Los precios de la soja registraron ayer un modesto repunte en la Bolsa de Chicago, luego de caer el martes hasta el nivel más bajo desde el último trimestre de 2008, tras la publicación del informe mensual de oferta y demanda de grano del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), en el que el organismo estimó un volumen récord para la cosecha estadounidense de la oleaginosa, con 108,35 millones de toneladas.
Las pizarras mostraron alzas de US$ 1,93 y de 1,84 sobre los contratos enero
y marzo de la soja, cuyos ajustes resultaron de 316,27 y de 316,18 dólares por
tonelada. La mejora, que no obstante mantuvo el nivel del precios en el peor
lugar de los últimos siete años, fue mayormente producto de un reacomodamiento
técnico de los fondos de inversión y de compras de oportunidad de la industria y
los exportadores.
La debilidad estructural de los precios de la soja está dada por la sobreoferta global, producto de cosechas récord consecutivas en los Estados Unidos, Brasil y en la Argentina. Para el ciclo 2015/2016, el USDA proyectó una producción mundial de 321,02 millones de toneladas y una demanda de 312,33 millones. De validarse estas cifras en la práctica, la actual sería la cuarta campaña seguida en que la oferta superará a la demanda.
Anteayer, además de proyectar una cosecha récord para los Estados Unidos y de mantener en 100 y en 57 millones de toneladas sus estimaciones para Brasil y para la Argentina, el USDA redujo el rango de precios previsto para la soja a lo largo del ciclo comercial 2015/2016, de 308,65/363,76 a 299,46/354,58 dólares por tonelada.
En el mercado doméstico también se registró una mejora de los precios de la soja, pero el volumen de negocios volvió a ser muy escaso, por la decisión de los vendedores de limitar al mínimo las operaciones, a la espera de que las medidas propuestas por los candidatos a presidente impacten de manera positiva sobre las cotizaciones luego del 10 del mes próximo. En ese contexto, las fábricas ofrecieron $ 2250 por tonelada de la oleaginosa para la zona del Gran Rosario, $ 50 más que anteayer.
Cabe señalar que la propuesta de la industria procesadora de soja quedó muy
por encima del FAS teórico (capacidad de pago), que fue calculado por el
Ministerio de Agricultura de la Nación en 1984 pesos por tonelada.
En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones enero y mayo de la soja sumaron US$ 0,90 y 1,30, mientras que sus ajustes fueron de US$ 241,90 y de 222,30 dólares por tonelada.
Maíz y trigo
El repunte externo de los precios tras las bajas generales del martes también comprendió al maíz. Los contratos diciembre y marzo en la Bolsa de Chicago subieron US$ 1,28 y 0,79, en tanto que sus ajustes resultaron de 142,61 y de 145,66 dólares por tonelada. Durante la rueda, los fondos de inversión compraron unos 10.000 contratos -la mitad de lo liquidado en la jornada anterior-, equivalentes a 1,27 millones de toneladas del cereal.
Al igual que en el caso de la soja, en su informe mensual el USDA redujo anteayer el rango de previos previsto para la campaña 2015/2016, de 137,79/161,41 a 131,88/155,50 dólares por tonelada.
En el mercado local, los exportadores propusieron $ 1300 por tonelada de maíz con entrega en Bahía Blanca, $ 100 más que anteayer. A pesar de dicho incremento, casi no hubo operaciones, producto de la falta de oferta. "El mercado está vacío", comentó a La Nacion un operador y añadió por estos días es "sumamente complejo establecer un precio cierto". Esto tiene que ver con la paralización vigente en el mercado disponible, en función de la expectativa que generó entre los vendedores la posibilidad de que el nuevo gobierno elimine los derechos de exportación a los cereales, entre otras medidas.
En la zona del Gran Rosario, el maíz se mantuvo estable, en $ 1200 por tonelada. Por el lado de los consumos, ayer ofrecieron $ 1250 pesos para Baradero y $ 1100 para Chacabuco.
Por maíz de la próxima cosecha los compradores ofrecieron US$ 143 por tonelada para Bahía Blanca, un dólar más que anteayer, y US$ 140 para Rosario, sin cambios.
Las pizarras del Matba mostraron una suba de US$ 0,50 para la posición diciembre, que cerró con un ajuste de US$ 131,50 por tonelada, y una quita de US$ 0,50 sobre el contrato abril, cuyo valor quedó en 142,50 dólares.
Acerca del trigo, la posición diciembre en Chicago y en Kansas sumó US$ 1,47 y 1,28, en tanto que su ajuste resultó de 181,79 y de 170,58 dólares por tonelada.
En la plaza doméstica, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires indicó que los molinos pagaron entre 1200 y 2050 pesos por tonelada de trigo, según calidad, procedencia y forma de pago. En el Matba, los contratos enero y marzo perdieron US$ 4 y 4,50, al cerrar con ajustes de 158,50 y de 172,50 dólares.
Por trigo con entrega entre diciembre y enero los exportadores ofrecieron US$ 150 por tonelada para Bahía Blanca y para Rosario, mientras que por cereal de calidad pagaron hasta 160 dólares.
Sigue trabada la comercialización de trigo nuevo
La retracción de los vendedores, que esperan mejores precios para su mercadería tras la asunción del nuevo gobierno en la Argentina, y el escaso interés de los exportadores, que tienen más trigo del ciclo 2014/2015 del que seguramente podrán despachar, son dos de los principales factores que continúan trabando la comercialización del cereal de la nueva cosecha.
Según el informe semanal de la Dirección de Mercados Agrícolas del Ministerio de Agricultura de la Nación, al 4 del actual los exportadores compraron 347.700 toneladas de trigo nuevo, un 69,14% por debajo del volumen adquirido un año atrás, de 1.126.800 t. En cuanto a los molinos, el organismo indicó que al 28 del mes pasado la industria sumó compras por 150.400 toneladas del grano fino, un 66,55% menos que las 449.600 t adquiridas a igual fecha de 2014.
En su reporte mensual, el USDA mantuvo su previsión sobre la cosecha argentina de trigo en 10,50 millones de toneladas, por encima de los 9,50 millones previstos por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.