Los precios de la soja en la Bolsa de Chicago cerraron ayer en el nivel más bajo en poco más de siete años y retornaron así a los tiempos del estallido de la burbuja inmobiliaria en los Estados Unidos y de la caída del Lehman Brothers. Pero a diferencia de aquella ocasión, donde los factores exógenos arrastraron consigo las cotizaciones de las materias primas agrícolas, hoy la debilidad del valor de la oleaginosa es la respuesta lógica del mercado a la cuarta campaña consecutiva en que la oferta superaría la demanda global.
Al momento de fijar los ajustes de la rueda de negocios, las pizarras de
Chicago mostraron ayer quitas de US$ 3,95 y de 4,32 sobre los contratos enero y
marzo de la soja, cuyos ajustes resultaron de 314,34 y de 314,34 dólares por
tonelada.
Y si bien la debilidad de las cotizaciones de la soja viene siendo una constante durante buena parte de 2015, ayer el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) añadió más leña al fuego. En su informe mensual de oferta y demanda de granos, el organismo sorprendió al mercado al elevar de 105,81 a 108,35 millones de toneladas su previsión sobre el volumen de la cosecha estadounidense de soja 2015/2016.
Dicho volumen, que implica un récord histórico, no sólo superó el promedio de
las estimaciones de los operadores, de 106,55 millones, sino que quedó por
encima del máximo proyectado por los privados, de 107,64 mill./t. Para llegar a
semejante cosecha, el USDA elevó el rinde promedio, de 31,74 a 32,48 quintales
por hectárea, frente a los 31,94 quintales calculados el mercado.
Pese al incremento del uso doméstico y del saldo exportable, las existencias finales de soja en EE.UU. fueron calculadas por el organismo en 12,65 millones de toneladas, por encima de los 11,56 millones de octubre; de los 11,87 millones esperados por el mercado, y un 142,80% por encima del stock final de la campaña anterior, de 5,21 millones de toneladas.
Respecto de Sudamérica, el USDA mantuvo sin cambios, en 100 y en 57 millones
de toneladas, sus estimaciones sobre las respectivas cosechas de soja 2015/2016.
Tras repasar las cifras, una fuente del mercado advirtió a La Nacion que las bajas vistas ayer "bien podrían no ser las últimas" y que el mercado "aún no encontró su piso". Fundamentó su análisis en que también en Brasil se gesta una cosecha récord de soja (como se amplía por separado) y en que "es muy posible que la oferta remanente de la oleaginosa argentina 2014/2015 salga al mercado en forma muy agresiva y en un corto plazo si el próximo gobierno reduce las retenciones a la soja y si se devalúa el peso respecto del dólar".
En el mercado doméstico, la persistente necesidad de mercadería evidenciada por las fábricas procesadoras evitó la caída de los precios de la soja, pero no logró seducir a los vendedores, que limitan al mínimo los negocios, a la espera de los beneficios que les traerían las medidas prometidas por los aspirantes a la presidencia de la Nación. Así, la oleaginosa se cotizó a $ 2200 para las entregas en la zona del Gran Rosario y en los puertos de Bahía Blanca y de Necochea.
Más en línea con las bajas externas, las posiciones enero y mayo de la soja en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) perdieron US$ 1 y 2,70 al cerrar con ajustes de 241 y de 221 dólares por tonelada.
En Chicago, la jornada fue igualmente adversa para los cereales. Las posiciones diciembre y marzo del maíz bajaron US$ 3,05 y 3,15, en tanto que sus ajustes fueron de US$ 141,33 y de 144,87. En su trabajo mensual, el USDA estimó la producción del cereal estadounidense en 346,82 mill./t, por encima de los 344,31 millones de octubre y de los 344,92 millones previstos por los operadores.
La coyuntura doméstica, con la expectativa de la eliminación del cobro de derechos de exportación a los cereales, mantuvo firmes los precios del maíz. En efecto, los exportadores ofrecieron $ 1250 por tonelada disponible para Bahía Blanca y $ 1200 para la zona del Gran Rosario. De igual modo, el maíz de la próxima cosecha se mantuvo estable, en 142 y en 140 dólares, respectivamente.
En el Matba, las posiciones diciembre y abril del maíz perdieron US$ 2 y 1,50, en tanto que sus ajustes fueron de 131 y de 143 dólares.
Acerca del trigo, el contrato diciembre en Chicago y en Kansas bajó US$ 4,04 y 5,23, mientras que su ajuste fue de US$ 180,32 y de 169,30. El USDA elevó ayer de 23,43 a 24,79 mill./t el stock final de EE.UU.
En el nivel local, la demanda ofreció entre US$ 150 y 160 por trigo de la nueva cosecha, en tanto que en el Matba la posición enero del trigo cerró bajó US$ 0,50 y cerró en US$ 162,50.
Brasil también va por una marca histórica
qHoras antes de que el USDA elevara hasta una marca récord su previsión para la cosecha de soja de los Estados Unidos, en Brasil, la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), dependiente del Ministerio de Agricultura brasileño, también proyectó hasta un nivel inédito la cosecha de la oleaginosa en el segundo mayor productor global.
qEn efecto, según el informe mensual de estimaciones agrícolas, la Conab elevó ayer su cálculo para la nueva cosecha de soja de 100,07/101,91 a 101,17/102,83 millones de toneladas, muy por encima de los 96,24 millones producidos en la campaña 2014/2015.
qEntre los fundamentos del incremento productivo, en el trabajo oficial se destacaron el aumento del área sembrada, de los 32,09 millones de hectáreas del ciclo anterior a un rango de 32,76/33,32 millones, y la mejora prevista en el rinde promedio nacional, desde los 29,99 quintales a los 30,87 quintales por hectárea calculados ayer.