Mientras en el mercado crecen las expectativas de que la administración que asuma el 10 de diciembre próximo bajará las retenciones al trigo, entre otros granos, y flexibilizará la exportación, ya iniciada la cosecha de este cereal en el Norte, y a semanas de generalizarse en la pampa húmeda, el Gobierno mantiene cerradas las ventas al exterior del ciclo 2015/2016. Esto sucede en medio de rumores de que la Casa Rosada dejaría para el que lo suceda la definición de este tema.
En otros años, a estas alturas de la campaña el Ministerio de Economía ya
había anunciado cupos de exportación para la nueva cosecha. A modo de ejemplo,
el 6 de noviembre de 2014 abrió una cuota de 1,5 millones de toneladas. Sin
embargo, mientras se acerca la cosecha de este año, todavía no hizo ningún
anuncio para el ciclo 2015/2016. Según operadores del mercado, está situación
está complicando el cierre de negocios nuevos para un mercado como Brasil, el
principal comprador del país.
La última apertura de cupos autorizada fue el 16 de julio pasado, pero para la cosecha anterior. Ese día, el ministro de Economía de la Nación, Axel Kicillof, habilitó la venta de 500.000 toneladas de trigo de baja proteína para productores del sur bonaerense y la provincia de La Pampa.
De esta manera, además de que no hay señales para la nueva cosecha, hace casi cuatro meses que el Gobierno no da a conocer nuevos cupos de la anterior campaña, 2014/2015.
Hasta el momento, del último ciclo se abrieron 4,2 millones de toneladas de trigo pan, 400.000 toneladas de trigo de baja proteína [en ese cupo quedó el anuncio inicial de 500.000 toneladas] y 450.000 toneladas para harina. Así, en total, lo permitido para embarque de esa campaña asciende a unos 5,05 millones de toneladas, entre trigo y harina (sólo de trigo ya se exportaron 4,04 millones de toneladas).
No obstante, según diversas fuentes, sólo para grano podría dejarse vender más toneladas. Para Leandro Pierbattisti, asesor de la Federación de Acopiadores, queda un saldo de 3 millones de toneladas para exportar. Otra fuentes suben esa cifra a 3,5 millones de toneladas, que le generarían al país divisas por alrededor de 770 millones de dólares.
Nueva cosecha
"Otros años ya teníamos abiertos cupos de la nueva cosecha tanto de trigo como maíz. Se están perdiendo mercados por no tener ROE [permisos de embarcar] para solicitar", expresó la analista de mercados Lorena DAngelo, que recordó además que, habitualmente, mientras se acerca la cosecha triguera argentina, los compradores brasileños suelen cerrar negocios.
Según trascendió, antes de habilitar un cupo de la nueva cosecha el Gobierno buscaría estar seguro de cuál será el volumen que se obtendrá. El año pasado, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, se recolectaron 11,75 millones de toneladas. Por menor superficie implantada ahora se aguarda una merma de la producción del 19%, hasta los 9,5 millones de toneladas. Ese volumen achica el saldo exportable.
En este contexto también trascendió que el Gobierno dejaría para las nuevas autoridades que asuman el 10 de diciembre la decisión sobre qué hacer con el trigo.
La no apertura del grifo para la exportación de la cosecha nueva va en contra de las expectativas que hay en el mercado. Luego de las elecciones del 25 del mes pasado, que dejaron a Mauricio Macri, impulsor de una eliminación de las retenciones, con chances de ganar el ballottage, la posición enero del trigo, que marca la nueva cosecha, ya ganó desde antes de las elecciones un 8%. Ayer cerró a US$ 161 dólares por tonelada.
Según los analistas, sin retenciones debería estar en unos US$ 200 dólares. De hecho, las posiciones futuras muestran precios mayores previendo un mercado sin trabas, como los US$ 174 por tonelada de marzo próximo y los US$ 183,2 para julio del año próximo. "El mercado descuenta que no va haber restricciones para exportar; que va haber un mercado libre", dijo Gustavo López, analista de Agritrend.