Los productores de girasol analizan aumentar el área implantada con el grano, cuando aún queda un mes para continuar con la siembra, movidos por la expectativa de una baja en las retenciones y la mejora del 13% en el precio internacional del aceite en los últimos 40 días.
"Estamos convencidos de que el próximo gobierno modificará sustancialmente, si no las elimina, las retenciones del 32% sobre el girasol que, desde 2007, vienen oprimiendo a la cadena de valor", aseguró Luis Arias, presidente de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir).
Arias calculó que "sin considerar modificaciones en el tipo de cambio oficial, y si las retenciones bajaran a cero, el productor cobraría unos u$s 315 por tonelada, lo que posicionaría al cultivo de girasol como una alternativa muy competitiva para las provincias de La Pampa y Buenos Aires".
El asesor económico de Asagir, Jorge Ingaramo, estimó a su vez que "con rinde de 20 quintales por hectárea el productor podría sumar unos u$s 273 más, si las retenciones al girasol desaparecieran. Es el día y la noche", graficó.
Por lo pronto, el repunte en la producción de girasol a nivel nacional, en el ciclo anterior, tuvo su correlato en las cantidades procesadas y exportadas por la industria.
En los ocho primeros meses del año se vendió al exterior 135% más de aceite de girasol y 285% de pellet y subproductos de la oleaginosa, según un informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba.
La campaña girasolera 2014/2015 significó un repunte en la producción del 53% frente a lo recolectado durante el ciclo 2013/2014, mientras el precio de exportación del aceite de girasol sufrió en menor medida la tendencia bajista de los mercados internacionales, y por las características distintivas de su mercado resistió mejor que el aceite de soja. Así, la caída en las exportaciones del grano de girasol (-36%), se vio más que compensada por el incremento en las ventas de aceite y subproductos, consecuencia del mayor procesamiento de la oleaginosa, concluyó la bolsa cordobesa.