Los interrogantes sobre quienes podrían ser los elegidos de Mauricio Macri
para conducir la economía pasaron de la consulta curiosa al interés acuciante,
luego del inesperado resultado del domingo, que dejó al candidato de Cambiemos
prácticamente empatado con Daniel Scioli y así forzó el primer ballotage de la
historia de la Argentina.
La danza de nombres para ocupar los distintos casilleros es amplia, pero dos
nombres se recortan por sobre el resto por estas horas: Alfonso Prat Gay y
Rogelio Frigerio. Pero, ¿quiénes son estos economistas y qué ideas tienen?
Prat Gay es licenciado por la Universidad Católica Argentina (UCA) y fue un
estrecho colaborador en el manejo financiero de la fallecida Amalita Fortabat.
Trabajó durante siete años en el JP Morgan, tras lo cual asumió como presidente
del Banco Central en el 2002, al reemplazar a Aldo Pignanelli.
El economista continuó en ese cargo tras el fin del mandato de Eduardo
Duhalde: Hasta el 2004, compartió la gestión con Néstor Kirchner, quien lo echó
ese año con el argumento de que quería meter dos directores en la entidad.
Sin embargo, otras versiones seálan que en realidad Prat Gay chocó con el ex presidente porque quería empezar a instrumentar una política de metas de inflación, que aplican casi todas las economías bien gestionadas del mundo. El ex titular del BCRA saca pecho cada vez que puede y recuerda que él llevó la inflación del 40% en el 2002 al 3% en el 2003.
Kirchner echó del Central a Prat Gay porque quiso aplicar el sistema de metas
de inflación, que aplican la mayoría de las economías bien gestionadas del
mundo.
Por esos años, el ahora referente económico de Cambiemos era partidario de
apreciar el peso dejando caer el valor del dólar, que se mantenía alto por las
intervenciones del Central. Kirchner no convalidó esa visión porque creía que se
necesitaba de un tipo de cambio elevado para que la economía siguiera creciendo
a tasas altas, como plantea el economista Eduardo Curia, que en su último libro
acusa a Prat Gay de haber formado una “quinta columna” durante su gestión en el
BCRA.
Tras abandonar el kirchnerismo, en el 2009 Prat Gay resultó electo diputado
por la lista de Elisa Carrió, que junto con el GEN, radicales y socialistas
había formado el Acuerdo Cívico y Social. En el 2013, intentó competir en UNEN
para senador en la boleta de Victoria Donda y Ricardo Gil Lavedra, pero
perdieron la interna y ninguno de ellos llegó a las generales.
Amigo personal de Macri, este año se sumó a los equipos de Cambiemos. En el
tramo final de la campaña, el candidato presidencial lo nombró como vocero
económico oficial con Frigerio y mandó al resto de sus economistas a callarse,
ante cierto desorden que había en las filas del partido amarillo.
Frigerio, en la línea del desarrollismo
El presidente del Banco Ciudad es nieto del histórico dirigente desarrollista
y primo segundo de la ex presidenta del banco Central, Mercedes Marcó del Pont.
Estudió en la UBA y se especializó en Planificación y Desarrollo Económico. Es
por ese perfil heterodoxo, más moderado que el de otros economistas del PRO como
Federico Sturzenegger o Carlos Melconian, que lo llevaron a que su nombre no
suene solamente para el ministerio de Economía sino también para el de
Planificación, el lugar que preperiría ocupar en un eventual gobierno de Macri.
Frigerio se inició en la gestión pública durante el menemismo, cuando con sólo 28 años de edad ocupó una Secretaría del Ministerio de Economía, en ese entonces conducido por Roque Fernández. Luego, a comienzos de la década pasada fundó su propia consultora, Economía y Regiones, que asesora a empresas, provincias y municipios de todo el país, lo que le permitió conocer en profundidad la situación fiscal de los distritos. En el 2011 dejó la firma, al resultar electo legislador porteño por el PRO. Desde esa banca, presidió la comisión de Presupuesto.
Frigerio empezó muy joven en la función pública, fue Secretario de Estado con
28 años en la gestión de Roque Fernández en los noventa.
En el 2013, cuando Sturzenegger fue electo diputado nacional, Frigerio lo
sucedió en la conducción del Banco Ciudad. Esa experiencia le dio un
conocimiento mayor del mercado de dinero, aunque desde un lugar “pasivo”, a
diferencia de Prat Gay, quien tuvo en sus manos el control de la política
monetaria.
Con mucho más rodaje político que Prat Gay, el nieto del mítico fundador del
MID, se puso al hombro la campaña del PRO en Entre Ríos, en donde llevaron como
candidato a Alfredo De Angeli, que quedó en la puerta de ganar la gobernación.
Las diferencias
Un importante dirigente de Cambiemos que los conoce bien, resumió para LPO
las diferencias entre Prat Gay y Frigerio: “Alfonso se dedicó mucho a su
preparación académica, pero tiene falencias en el lado político. En cambio
Rogelio es un tipo más de la calle, con más contacto con la realidad. Es menos
teórico, pero se mueve muy bien en la política”.
Ese perfil político quedó reflejado en su gestión del Banco Ciudad,
diferenciándose de su predecesor. En el mercado señalan que Sturzenegger volvió
a la entidad competitiva y rentable, pero a la hora de “venderla” al público no
fue tan exitoso. Cuando lo reemplazó, Frigerio le puso la cuota que le faltaba,
lanzando campañas publicitarias en clubes de fútbol y campañas con ídolos
populares como Javier Mascherano.
Eso es lo que, lleva a preguntarse si para la muy delicada etapa que viene en el manejo económico, que perfil sería el más adecuado para poner al frente del Palacio de Hacienda. Si Macri buscará priorizar la solidez técnica o la muñeca política para pilotear un ajuste que ya es inevtitable. “Prat Gay es un mejor economista para momentos más tranquilos”, afirman algunos en el PRO, ya jugando sus fichas.
La gran pregunta es si para el inevitable ajuste que viene, Macri elegirá -si
gana- un ministro de perfil técnico o con más cintura política.
Quienes los conocen de cerca plantean que ambos son grandes formadores de
equipos profesionales, pero sus personalidades son bien diferentes. Frigerio es
mucho más cálido en el contacto personal, mientras que Prat Gay es más frío y
distante, principalmente por su timidez.
Sin embargo, quien dio una pista sobre el posible ministro no fue un hombre
del PRO, sino el massista Aldo Pignanelli. Esta mañana en una nota radial afirmó
que en Cambiemos está "triunfando el ala ultraliberal" y dijo tener información
que el ministro de Economía "va a ser Alfonso Prat Gay”.
Pignanelli agregó que Prat Gay “dice que el 11 de diciembre va levantar el
cepo y ese será el primer gol en contra de Macri", que implicará "un dólar alto,
de entre 15 y 20 pesos". "Hay que hacer una gran devaluación y un flor de ajuste
fiscal, con lo que eso significa en la Argentina y lo tenés que hacer porque no
tenés el primer día los dólares suficientes para enfrentar la apertura del
cepo", subrayó.
Es verdad que en el aspecto teórico, Prat Gay tiene una posición ortodoxa,
aunque en sus declaraciones “trata de buscarle la vuelta a la explicación para
que no quede tan de derecha”, comentó a LPO un dirigente de Cambiemos que conoce
bien al ex presidente del Banco Central.
“Usa más el herramental ortodoxo que el heterodoxo. Frigerio usa más la
heterodoxia porque así es el desarrollismo”, comparó.
Eso sí, ambos coinciden en analizar la inflación como un fenómeno basicamente
monetario, lo que para la Economía puede considerarse “ortodoxo”.
Sin embargo, ambos comparten una mirada que integra lo social a la hora de pensar la economía, contemplando la necesidad de bajar la pobreza y volver a los tributos más progresivos. Aunque los motivos son bien diferentes: “en Alfonso es por un tema religioso; en Rogelio, es más por vivir la calle”, agregó la fuente.