El estudio de Miguel Bein, uno de los principales referentes económicos de Daniel Scioli, considera en su último informe mensual que "recapitalizar al Banco Central está al tope de las prioridades de todas las agendas que vienen". En tal sentido, propone "la quita de retenciones a todo excepto a la soja, donde se reducirían 15 puntos porcentuales y en paralelo un aumento de los reintegros en algunos casos hasta el límite del 12%". Asimismo, detalla un "esquema de repatriación de capitales" y sostiene la necesidad de obtener "financiamiento con organismos multilaterales y bilaterales" de crédito, según publicó el diario Ámbito.
El trabajo se refiere a la "restricción externa", por lo que considera "una situación de iliquidez generada por la caída de las reservas internacionales a la zona de u$s 27.500 millones y un aumento de la solvencia del Estado como contracara de una deuda del Tesoro en el mercado, que en divisas representa sólo un 7,2% del PIB en un mundo en el que las tasas de interés seguirán siendo bajas, frente a una coyuntura de sobreendeudamiento público y privado de los países desarrollados".
En el informe habla de una rotunda oposición a una corrección abrupta del tipo de cambio. Desde este punto de vista, afirma que "dada la inercia inflacionaria de partida en la zona del 23% con el dólar y tarifas funcionando como semi ancla y la ausencia de un ancla nominal que coordine expectativas producto del esquema de financiamiento de los desequilibrios que adoptó el país en los últimos años, cualquier intento de corregir en forma brusca el tipo de cambio corre el riesgo terminar en una aceleración de la tasa de inflación, sin las ganancias en términos de competitividad buscadas al inicio".
En cambio, se pronuncia por "una estrategia de partida donde, sin soltar los controles de capitales, es el BCRA el que define el valor del dólar en un esquema de flotación administrada, mientras se avanza en la recapitalización de la entidad monetaria (fortaleciendo reservas con incentivos a la liquidación de exportaciones retenidas, repatriación de capitales voluntaria y acuerdos bilaterales) y en devolver rentabilidad a la exportación por las vías fiscal, de costos y crediticia".
En el informe se reconoce que si bien existe una contradicción entre sostener precios libres y protección muy alta, también es cierto que el sinceramiento de precios ya ha demostrado en el pasado los elevados costos que genera en términos de empleo y destrucción de capacidad industrial instalada. Habla además que "corregir de golpe el dólar aumenta en el arranque, y no poco, la distorsión tarifaria de partida de la economía dado que una parte significativa de los costos de la energía y el transporte son en dólares".
Es por esto que "los caminos para mejorar la competitividad del sector externo, necesaria para asegurar que la economía genere las divisas requeridas para evitar que el aumento en la deuda externa sea insostenible en el tiempo, requieren de un diseño que apunte a maximizar su eficacia".
La propuesta consiste en "devolver rentabilidad por la vía fiscal -retenciones, reintegros y ROE- y en paralelo financiar los $ 70.000 millones de costo fiscal con una agenda de reducción de subsidios mal asignados y así evitar en el arranque el deterioro de las cuentas públicas".
El Estudio Bein propone tres pasos:
1. Generar incentivos para atraer los dólares retenidos de la exportación.
Calcula que de la campaña agrícola 2014/2015, según fuentes del mercado, aun restaría sin liquidar alrededor de un 35% de la cosecha de soja, equivalente a unos 20/22 millones de toneladas que, valuadas al precio FOB actual, ascenderían a un valor de u$s 7.600 millones.
2. Establecer un esquema de repatriación de capitales.
Bein sostiene en base a datos del INDEC que a fines de 2014 el stock de activos externos de los argentinos, excluyendo las reservas del BCRA y las inversiones directas, se ubicaba en u$s 204.399 millones, 37% del PIB. En lo que concierne a las tenencias de dólar billete, estima que se ubicaría en torno a los u$s 85.000 millones. Precisa que el "costo" de la exteriorización vendría dado por la diferencia entre los fondos repatriados (dada la suscripción a la par) y el monto obtenido por la venta del instrumento en el mercado, algo que dependerá, evidentemente, de la relación entre la estructura del bono (e.g. cupón, esquema de amortización) y la curva soberana vigente y calcula que "por este programa se espera recibir en el arranque entre u$s 5.000 y u$s 8.000 millones".
3. Negociación de financiamiento con organismos multilaterales y bilaterales.
En este caso, el estudio señala el aprovechar el financiamiento disponible en organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y la Corporación Andina de Fomento.
Sostiene que una posibilidad sería continuar buscando financiamiento destinado a inversiones en infraestructura, como las centrales financiadas con fondeo de China y Rusia, o las obras con acceso a financiamiento preferencial por parte del BNDES brasileño o los bancos de fomento de los países integrantes del Club de París, tras la normalización en las relaciones con la institución en 2014. Otras definiciones importantes se refieren a los controles al comercio exterior. Se afirma que "evidentemente, a mediano plazo, el esquema actual de protección comercial a través del sistema de Declaración Jurada Anticipada de Importación deberá ir mutando hacia uno que sea compatible con el marco institucional de la OMC y que tenga en cuenta la previsibilidad de los tiempos involucrados.