Las precipitaciones siguen mostrando su paso errático, con máximos que se vuelven más consistentes en el noreste de la provincia de ER y que como se ha venido observando responden a las lluvias más copiosas que han ganado continuidad en el norte uruguayo y sur de Brasil. En el resto de la región pampeana, las lluvias presentan corredores que pueden considerarse con acumulados aceptables, como el norte de BA o LP, pero otras vastas zonas que claramente se encaminan a cerrar el mes en forma deficitaria.
Está claro que esta dinámica de precipitaciones está evidenciando falencias dinámicas de nivel regional, ya que esta modesta oferta de agua no restringe a un área reducida, sino que incorpora al oeste entrerriano, gran parte de la provincia de SF y de CB, además de la mayor parte del norte del país. No es un problema de frecuencia de eventos, porque sin ir más lejos la semana que estamos analizando tuvo al menos dos sistemas bien definidos.
El problema es la energía que tienen las perturbaciones que transitan la atmósfera en la región pampeana. A pesar de que la disponibilidad de humedad se ha mantenido en general en niveles adecuados, los desarrollos nubosos no responden a las características habituales que se pueden esperar en esta época en que la convección comienza a ganar protagonismo. Dicho de un modo más sencillo, las corrientes ascendentes que potencian la condensación de humedad y promueven el desarrollo de nubosidad, no son intensas. Esta falencia explica la tendencia a cerrar el mes sin alcanzar acumulados que al menos superen los 100 milímetros. Esta marca sólo ha sido superada en zonas reducidas del noreste entrerriano y con mucha mayor claridad en el este correntino.
Las perspectivas para los próximos días no liberan de precipitaciones a la región pampeana, lo que parece también claro es la continuidad de un patrón de precipitaciones modestas, adecuado para mantener la frecuencia, pero pobre en volumen.
De acuerdo a la distribución de precipitaciones, es lógico que a lo largo de la semana se haya mantenido la diferencia entre el este y el oeste. Es posible que analizando las reservas superficiales, las últimas lluvias hayan promovido recargas que pueden haber logrado niveles satisfactorios en la cama de siembra, sin embargo, por sectores seguramente la falta de agua se hace notar.
La situación meteorológica actual promueve cierta inquietud, no sólo sobre el oeste entrerriano sino también sobre el resto de las provincias del centro. No se esperaba que a esta altura del mes de octubre la oferta de agua satisfactoria se haya restringido a sectores tan conspicuos. En la zona núcleo en particular, podríamos decir que sólo el norte de BA ha sumado milimetrajes que lo acercan a un ambiente más apropiado para el comienzo de las siembras de soja de primera. En el resto del área, el panorama debe estar dependiendo mucho del manejo que se ha hecho en los lotes.
En el corto plazo no se estaría configurando un sistema precipitante de gran escala capaz de generar cambios significativos. Si es razonable esperar recargas que mejoren la humedad en la cama de siembra. Todos los indicadores siguen siendo favorables para que se alcance en un plazo perentorio una mejor oferta de agua.
- Por CCA - exclusivo Agrositio
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