La carta firmada por Aníbal Fernández se repartió en el auditorio de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) y lo que su texto marcaba quedó expresado en el gesto adusto del presidente de la entidad rural, Horacio Salaverri. El jefe de Gabinete y candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires comunicaba que, "por cuestiones de agenda", no concurriría a la convocatoria de Carbap a los candidatos bonaerenses. Lo hizo poco antes del arranque del evento.
Así empezaron ayer las 4as. Agrojornadas Políticas de Carbap, en las que la
entidad marcó los problemas del agro y escuchó propuestas de los candidatos
María Eugenia Vidal (Cambiemos), Felipe Solá (UNA) y Jaime Linares
(Progresistas). Néstor Pitrola (Frente de Izquierda y de los Trabajadores) se
había excusado con anterioridad, por un viaje ya programado.
Los tres postulantes intentaron conseguir el apoyo de los ruralistas con promesas sobre retenciones, infraestructura y modificaciones de la relación actual entre el gobierno y el campo.
"Estaba claro que Fernández tenía en su agenda venir y hubo un cambio. Esta
desatención que tuvo con nosotros hace que el diálogo sea menos fecundo",
recriminó Salaverri en el inicio, ante unos 50 productores presentes en el
auditorio de Carbap.
El presidente de la entidad rural presentó ejes problemáticos del agro bonaerense, que luego les entregó en una carpeta a Vidal, Solá y Linares. Salaverri puso el énfasis en el mal estado de los caminos rurales, la escasez de obras hídricas para mitigar las inundaciones, la excesiva presión impositiva que soporta el sector y la ineficacia de las leyes 13.647 (Plan de Desarrollo del Sudoeste Bonaerense) y de emergencia agropecuaria.
Linares fue el primer candidato a gobernador que expuso sus ideas ante los
ruralistas de Carbap. El postulante de Progresistas se sentó junto a Salaverri
y, tras remarcar su origen en un pueblo rural (San Román, en el sudoeste
bonaerense), propuso la regionalización diferenciada de la provincia de acuerdo
con sectores productivos, un plan estratégico agroalimentario, la consolidación
de las economías de los pueblos del interior provincial y la generación de
parques agroindustriales.
"Hay productores que no invierten por falta de reglas de juego claras. Se toma al campo como un sujeto impositivo al que sólo hay que sacarle", evaluó Linares. "El sector agropecuario tiene una enorme potencialidad frenada por el gobierno nacional", completó el senador.
María Eugenia Vidal (Cambiemos) se presentó con dos de sus asesores: el ex gerente del Banco Central Hernán Lacunza y Leonardo Sarquis, de la Fundación Pensar. La vicejefa de gobierno porteño buscó conquistar al auditorio yendo sin vueltas a sus propuestas.
"Me comprometo a trabajar para duplicar la producción de la provincia, recuperar el rodeo vacuno y duplicar la producción de frutas y hortalizas", señaló Vidal.
Aseguró que un gobierno de Pro eliminaría "los ROE (Registros de Operaciones de Exportación)". Y explicitó: "Haremos una reducción gradual del 5% anual en las retenciones". Lacunza aportó: "Eliminaremos desde el día uno las retenciones, excepto a la soja".
Vidal, que auguró que hará "una elección impresionante", dijo que su gobierno se ocuparía de obras hídricas en la cuenca de los ríos Salado y Luján. "Reactivaremos esas obras", anunció. Y subrayó que parte del dinero para sus planes "saldrá de un fondo de 13.000 millones de pesos para la provincia durante el primer año, que serán fondos nacionales".
La candidata de Cambiemos prometió un "plan de infraestructura", para cuyo "eje vial" anticipó la realización de 750 kilómetros de autovías en las rutas nacionales 3, 5, 7 y 8, y en las provinciales 11 y 88.
Solá llegó secundado por su candidato a vicegobernador, Daniel Arroyo, y por Raúl Rivara, ministro de Asuntos Agrarios durante la gestión bonaerense del candidato de UNA. Solá buscó ganarse a los presentes a fuerza de su experiencia en temas agropecuarios, que desplegó en dosis parecidas a las críticas al kirchnerismo.
El ex gobernador abundó en cifras para mostrar que Daniel Scioli ejerce una presión tributaria mayor que la que él aplicó en su gobierno. Y recriminó al kirchnerismo: "En 2008, cuando se dio el enfrentamiento con el campo, se decidió no darle un peso al sector rural".
Solá afirmó que "la política agropecuaria es compromiso y leyes". Propuso una ley que "debe dejar un marco convenido dentro del cual deben estar las obras hídricas, las autovías y las rutas provinciales".
Se comprometió a "eliminar los ROE" y a que "los cereales de invierno no tengan retenciones".
Solá no se olvidó de Aníbal Fernández. Dijo que no fue a la jornada de Carbap porque sabía que le pedirían eliminar los ROE y las retenciones, y "no tiene respuestas".