El derrumbe de los precios internacionales de las materias primas, la
inflación, el dólar "planchado" y las retenciones conforman un coctel que ha
derivado en que el poder adquisitivo de una tonelada de soja, trigo o maíz sea
en la actualidad menor a los de inicios de los 90 y se ubiquen en niveles muy
cercanos a los años previos a la salida de la convertibilidad.
Así lo señala un trabajo de la consultora Invecq, que analizó el
comportamiento de los precios internacionales de los tres cultivos más
importantes de la Argentina de los últimos 25 años, y los cruzó con la
cotización oficial del dólar al que se liquidan las exportaciones; as
retenciones de cada uno de los granos y la inflación en pesos, (1992 como año
base 1).
Del trabajo surge que el poder de compra del campo viene cayendo de manera
casi ininterrumpida desde 2011, fenómeno que se profundizó en los últimos meses,
en sintonía con el derrumbe de los precios internacionales de las materias
primas.
Es más, el trigo es el caso más castigado y de los tres principales cultivos
es el que muestra un mal desempeño desde hace más tiempo: se ubica por debajo
del 1 desde 2009. En agosto, el índice de capacidad adquisitiva del cereal marcó
0,45, lo que implica que un productor tiene 55% menos de poder de compra de
bienes por tonelada de trigo exportada que en enero de 1992. Hoy una tonelada de
trigo compra 35% menos que lo que compraba contra los promedios 1999/2001 y 61%
menos que contra el promedio 2002/2011.
El maíz y la soja, en tanto, marcaron en agosto índices de 0,66 y 0,61
respectivamente, y se ubican debajo del año base desde julio/agosto de 2014. En
términos de capacidad de compra de bienes por tonelada exportada, en maíz se
encuentra 18% por debajo del promedio 1999/2001, y 49% menos que en el lapso
2002/2011. La soja, por su parte, puede comprar en la actualidad 27% menos que
en el promedio 1999/2001 y 51% menos que en 2002/2011.
El trabajo de Invecq coincide con el diagnóstico y las advertencias de la
dirigencia rural, que insiste en reclamar cambios urgentes ante una situación de
quebranto de todas las actividades productivas. El reclamo tiene como eje
central la eliminación de retenciones y las trabas al comercio de granos.
La consultora va más allá en el debate sobre las retenciones y señala que
sobre la base de la evolución de los índices soja, maíz y trigo sin contabilizar
los derechos de exportación, la consultora sostiene que "una mera quita de
retenciones ya no alcanza para restablecer los niveles de rentabilidad o poder
adquisitivo del agro". Esos porque los índices actuales de los tres cultivos dan
por debajo de 1 e "incluso de los índices con retenciones de los últimos 10
años".
Por eso, sostiene el trabajo, devolverle rentabilidad al sector implicará "no solo corregir o eliminar de manera total de los impuestos sobre las exportaciones sino también a un ajuste sobre el tipo de cambio". Al respecto, ejemplificó que "una reducción de retenciones a la soja que las deje en 10% y una corrección cambiaria que ubique al dólar en $ 12 implicaría a precios de agosto último, un índice de 1,2 similar al promedio de 2007/2010. La consultora remarca que "mayores correcciones serían necesarias para devolverle rentabilidad al trigo".