Los tamberos cobraron en julio pasado 4% menos que hace un año por la leche que produjeron, mientras al público el mismo producto se incrementó un 12%.
Así se desprende de un informe elaborado por el productor Néstor Roulet, que llega a otras dos conclusiones determinantes.
En primer lugar, en 2007, año en que el Gobierno comenzó a intervenir en el sector lácteo con trabas a la comercialización, el productor tenía una participación de entre 29 y 45% en los precios en góndola (considerando un mix de productos que va desde la leche en sachet al queso). Hoy, esta participación del productor en el precio final es menor: va del 25 al 29%. Dicho de otro modo, el 29% que era un piso de participación en 2007 ahora es un techo.
En segundo término, el precio cobrado por el productor desde 2007 se incrementó mucho menos de lo que subió el pagado por el consumidor. Creció 290% el valor al productor y 437% al público.
Analizando el comportamiento de los valores al consumidor, entre julio del año pasado y julio de este año el precio de un litro de leche subió 12%. Pasó de $ 9,78 a un promedio de $ 10,94. Es un valor promedio, ya que hoy el sachet incluso está por encima.
La contracara se dio con el tambero, cuya producción perdió valor. "Hace un año, el productor lechero recibía por su leche en tranquera de tambo 3,11 pesos por litro, que comparados con los 2,98 pesos que recibió en julio de 2015 equivalen a un saldo negativo del 4%", expresó Roulet.
Vale recordar que gran parte de las empresas lácteas acaban de anunciar que para la leche producida en agosto aplicarán recortes de 30 a 40 centavos por litro, lo que dejará a los tamberos en un nivel de 2,50 a 2,60 pesos por litro (salvo La Serenísima y Sancor).
En mayo de 2007, el tambero cobraba 76 centavos el litro mientras el valor al público estaba en $ 1,70. Es decir, el productor participaba en el 45% del valor final. Además, si se toma el caso del caso del queso duro, que costaba $ 2,68 los 91 gramos, el tambero participaba en el 29% del precio final.
Sin embargo, la situación cambió para el productor desde que ese mismo año el Gobierno empezó a intervenir con controles de precios y permisos para exportar. Así, si antes el productor participaba con el 45% del valor del litro, ahora participa en un 29%. En el caso del queso duro, la participación bajó menos, pero cayó igual del 29 al 25%.
Desde 2007, el público vio pasar un incremento meteórico de los precios en la góndola. De acuerdo con el relevamiento de Roulet, el sachet subió 500% (de $ 1,70 a por encima de $ 10) y, entre otros productos, la leche en polvo lo hizo un 550% (para los 120 gramos, de $ 1,78 a $ 11,50).
"La intervención no favoreció la mesa de los argentinos, ya que mientras la leche en tranquera de tambo aumentó un 290%, los productos lácteos en góndola lo hicieron en un 437 %", indicó el productor.
Roulet opinó que si la excusa del Gobierno con la intervención era proteger la mesa de los argentinos, el resultado de esta política terminó siendo el contrario.
Por la crisis y la baja de precios, la Asociación de Productores Lecheros de Argentina (APLA) pidió recientemente que se implemente un fondo de $ 1000 millones para ayudar a las empresas a exportar, con la condición de que mantengan los precios a los productores por encima de los 3 pesos el litro.