SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Son más las coincidencias que las diferencias entre los equipos económicos de Mauricio Macri y Sergio Massa. Levantar el cepo cambiario, bajar gradualmente la inflación a niveles de un dígito, eliminar las retenciones y desarrollar en el tiempo un plan de adecuación del gasto fiscal son todas propuestas que figuran en uno y otro búnker.
Al menos así quedó en evidencia ayer en la 36» Convención Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), donde expusieron en un mismo panel dos de los referentes económicos de cada espacio: Rogelio Frigerio, por el macrismo, y Aldo Pignanelli, por el massismo. En el programa estaba también prevista la participación del presidente del Banco Provincia y hombre fuerte del sciolismo, Gustavo Marangoni, pero finalmente no asistió al encuentro.
Tanto Frigerio como Pignanelli hicieron hincapié en la necesidad de bajar la inflación, y para ello, moderar la emisión monetaria. Reconocieron, no obstante, que no es algo que se puede lograr de un día para el otro, sino que por lo menos podría demorar dos años llevar el índice de precios a un solo digito.
Lo mismo que levantar el cepo cambiario. Aunque ninguno dio detalles de cómo piensa hacerlo. Entre los ejecutivos de finanzas existe el convencimiento de que, pese a las declaraciones de los economistas de los candidatos, será difícil también pensar en levantar las restricciones para la compra de dólares de un día para el otro.
"Creo que la madre de todas las batallas está en lo fiscal", dijo, por su parte, Pignanelli. "Por eso es importante lo de los consensos, armar uno con los empresarios, con los sindicatos, con los políticos, buscando políticas de Estado."
En tal sentido, Frigerio aseguró que "es necesario cambiar la matriz productiva, de los sectores menos eficientes a los más eficientes y generar alivio fiscal. "Tenemos que hacer una reforma fiscal, pero eso sí no se puede hacer de un día para el otro. Necesitamos bajar el IVA, eliminar el impuesto al cheque y terminar el próximo mandato sin retenciones a las exportaciones", detalló.
Ambos economistas coincidieron en la importancia de moderar el gasto público. "No estoy de acuerdo con lo que dice el Gobierno, que es gratificante para la gente", subrayó Pignanelli, quien detalló que existen al menos cuatro rubros que podrían limarse fácilmente: las remuneraciones ("hay entre 90.000 y 100.000 ñoquis de La Cámpora, en ellos se gasta la mitad de los planes sociales"); los subsidios económicos "de las empresas de los amigos"; la sobrefacturación en la obra pública, y el sobrecosto del capital.