El Gobierno que tuvo hace tres campañas la siembra de trigo más baja en 113 años se encamina a entregar el poder con otro indicador lapidario. Según advierten dos informes privados, la siembra total de granos de la campaña agrícola 2015/2016 caerá entre 2 y 5% y acumulará cuatro años consecutivos de contracción. Se dejarán de sembrar entre 800.000 y casi dos millones de hectáreas.
Nunca desde los años cuarenta se registró una serie de cuatro años seguidos de baja. Dicho de otra manera, no pasa desde hace 75 años. En tanto, la soja, el cultivo estrella, también corre riesgo de reducir su superficie.
La nueva retracción en la superficie obedece a la pérdida de rentabilidad del campo a causa de la merma en los precios internacionales, la intervención del Gobierno en cultivos como el trigo y el maíz, y las retenciones, que sumadas al aumento del costo de los fletes sacan de la cancha a amplias regiones extrapampeanas. Como ejemplo, se prevén fuertes caídas en el Norte. Muchos productores se encuentran desfinanciados para sembrar porque perdieron plata en el ciclo pasado pese a los rindes excepcionales.
Vale recordar que en los últimos años el Gobierno vino informando sobre sucesivas cosechas récord, pero eso se dio, según diversos expertos, distorsionando, entre otras, las estimaciones de siembra de maíz, muy superiores a las que se realizan en el sector privado. Además, influyeron condiciones climáticas óptimas que ayudaron a lograr buenos rindes.
Para Agritrend, consultora del analista Gustavo López, la siembra total 2015/2016 (soja, maíz, girasol, trigo y otros granos) se ubicará en 33,2 millones de hectáreas, una disminución del 2 por ciento respecto del ciclo 2014/2015. Son 800.000 hectáreas menos.
Las mermas más importantes corresponden a trigo (-19%) y maíz (-15%). En trigo, López calculó 3,4 millones de hectáreas. Es la misma marca de 2012/2013, cuando se dio el área más baja en 113 años. Ahora volverá a ser la menor superficie, pero en 115 años. Para maíz comercial estimó 2,8 millones de hectáreas y alertó que el cultivo podría tener, de caer más, la peor superficie en 25 años.
Para la soja proyectó 200.000 hectáreas más, llegando a un histórico de 20,8 millones de hectáreas. Pero advirtió: "Hay mucha gente diciendo que va a sembrar menos que en la campaña pasada, con lo cual también puede haber menos soja".
López destacó que en la campaña 2011/2012 se dio el récord de área sembrada con 35,68 millones de hectáreas. Desde esta fecha hasta lo que se prevé para este año se puede contabilizar un recorte de casi 2,5 millones de hectáreas.
En la Sociedad Rural Argentina (SRA) también tienen una estimación bajista para la siembra total. Ernesto Ambrosetti, economista en jefe de la entidad, señaló que allí calculan 31.174.767 hectáreas, 5% menos que el ciclo anterior. Se perderán, de acuerdo con la Rural, 1.732.383 hectáreas. Ambrosetti aguarda una baja aún más pronunciada en maíz (-22%) y prevé una caída del 3 por ciento en soja, que resignaría 612.000 hectáreas para quedar en 19.788.000 hectáreas.
"Esto revela la pérdida de competitividad sistemática, el ambiente desfavorable para los negocios y la falta de rentabilidad por indicadores macroeconómicos que se deterioran a diario", dijo Ambrosetti. "La falta de competitividad arroja resultados negativos en los cultivos principales (soja, maíz, trigo y girasol) a rindes promedios nacionales. Al no cerrar los números hasta la soja puede caer, ya que en el NOA y el NEA y otras zonas alejadas de los puertos ni siquiera es conveniente invertir en soja", agregó.
Retroceso histórico
López detectó algo insólito en 75 años. "Desde los años cuarenta no hay en los registros una serie de por lo menos cuatro años seguidos de baja en la superficie", dijo. En otros momentos se dieron tres años consecutivos, pero no cuatro.
Horacio Busanello, CEO de Los Grobo, encendió otra alarma pensando incluso en la campaña 2016/2017. "Si en la próxima cosecha de soja no se verifica una mejora sustancial en los ingresos del productor entonces la siembra de 2016/17 se reducirá dramáticamente como está sucediendo con el trigo y el maíz. No es difícil pensar en una baja de cinco millones de hectáreas, 25% del área sojera, principalmente en las zonas alejadas del puerto, el NOA y el NEA y áreas marginales a la zona núcleo", subrayó