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Las Naciones Unidas declararon al 2015 como AÑO INTERNACIONAL DE LOS SUELOS, con el fin de promover y concientizar sobre un uso más sustentable del recurso.
Siendo la siembra directa el sistema más elegido a efecto de conservarlo y adoptada por más del 70% de la agricultura Argentina habría que preguntarse el porqué ahora se la pretende erigir como causal de inundaciones y desastre medioambiental.
La siembra directa surgió como solución tecnológica a la degradación de los suelos vía labranza tradicional, ampliando sus beneficios al ahorro de combustible y sencillez operativa.
La siembra directa por sí sola no lo es todo, debe complementarse con un adecuado plan de rotación de cultivos y fertilización para permitir conservar y mejorar el suelo; entre estas mejoras se cuenta la capacidad de infiltración.


La obligatoriedad de sembrar soja sobre soja impuesta por el gobierno nacional a los agricultores que quieren permanecer en actividad y no quebrar,  no escapa al conocimiento de quienes lo asesoran en materia agropecuaria desde el ministerio especifico; menos aún sus consecuencias.
Me permitire citar un párrafo de la revista VISION RURAL del INTA, marzo-abril 2015, en referencia a la siembra directa:
"Diversificar para conservar".....- la tendencia al monocultivo no brinda los beneficios ecológicos y agronómicos que aportan las rotaciones, ya que en el monocultivo de soja hay baja cobertura de residuos en superficie, se reduce la cantidad de macroporos del suelo y su estabilidad. ESO FAVORECE LA FORMACIÓN DE UNA ESTRUCTURA LAMINAR QUE RESTRINGE EL INGRESO DE AGUA AL SUELO Y EN CONSECUENCIA SE REGISTRAN PERDIDAS DE AGUA POR ESCURRIMIENTO y de suelo por erosión- .
Debo agregar que esas pérdidas de agua por escurrimiento, por si solas de ningún modo conllevarían a tamañas inundaciones como las vividas por estos tiempos en la Pcia. de Bs. As. entre otras.
La inexistencia de un plan hídrico, que contemple al menos la limpieza de arroyos y canales partiendo desde sus desembocaduras, hace que lluvias normales de época se transformen en factor de riesgo de inundación.


A la desidia de estado se le puede responder con silencio mientras el agua se lleva mucho y en casos todo, o se le puede responder haciéndose escuchar exigiendo el cumplimiento de su deber como estado.
Ante lo primero se asumirá que todo seguirá igual, lo segundo nos esperanza a un cambio.
La democracia no es solo el voto, también lo es el control de la gestión de estado, y eso no lo debemos delegar; pues las consecuencias sobrevienen en nosotros, los simples ciudadanos de este país.


Marcelo Gianoli
Productor Ganadero
Ayacucho. Pcia de Bs. As.