En el pabellón de maquinaria agrícola hay una postal que se repite: sobra el espacio disponible, los pasillos lucen más anchos de lo habitual y, ante el faltazo que pegaron algunos expositores, el enorme galpón se completó con empresas de otros rubros.
"Esto es un reflejo de lo que pasa en el mercado, que está deprimido", expresó Marcos Formica, de la empresa Mainero.
Algunas firmas de motosierras, una empresa de alfajores e incluso un pasamanos para chicos ocuparon lugares donde antes había maquinaria.
Guillermo Álvarez Reyna, de la firma Martínez & Staneck, ayer decía que "no hay expectativas" de negocios porque el productor "está mal". Lo estimó de la siguiente manera. "Todos los años antes de las diez de la mañana del primer día venían seis o siete personas organizadas para consultar precios, pero ésos ahora faltaron", dijo.
En el caso de los pabellones de hacienda, el costo de preparar, inscribir y mantener un animal en Palermo, incluso con los gastos del personal, puede llegar este año hasta los $ 13.000/15.000, un 20% más que la edición pasada.
Ese factor influyó para que las principales razas redujeran levemente sus ejemplares en Palermo. Eso se refleja en filas de animales más chicas.
Hereford trajo 130 animales, 10 menos que el año pasado, y Angus está con 360, unos 30 menos. Braford pasó de 100 a 90. En tanto, la raza que mostró un crecimiento es Brangus, que subió de 90 a 100 animales.
El dato positivo es que, según las razas, de una a tres cabañas nuevas se van sumando a la exposición de Palermo.
En el caso de la raza lechera Holando, la cantidad de animales bajó de 62 a 55. En esta raza sostienen que "como mínimo hace 10 años que no hay cabañas nuevas" entrando en el negocio.