A tres meses de la implementación de la plataforma de información obligatoria de compraventa de granos, llamada Siogranos, la mayoría de las operaciones con precio a fijar, es decir, en las que se entrega la mercadería que se pagará a futuro, se cierra en función del valor que oferta el comprador.

Dicha plataforma es una versión pública, accesible online, con parte de los datos que están obligados a presentar las partes en cada transacción, según lo dispuso el gobierno nacional, con la intención de transparentar ese mercado y lograr un precio de referencia lo más cercano a la realidad.

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) hizo un balance a 90 días del inicio del sistema, y concluyó que el 33% de las 21,7 millones de toneladas de soja comercializadas en ese período no tiene precio firme, es decir que el valor se debe fijar cuando las partes lo dispongan. Pero cuando se describe el mecanismo que utilizarán para ponerle precio a la soja, el 74,8% de esa fracción se cierra en función de la oferta que haga el comprador, que es una fábrica o exportador, "en función de la realidad del mercado y de sus propios análisis de costos/rentabilidad", explica la BCR. El 23,4% se regirá por los precios estipulados por las llamadas cámaras arbitrales de las bolsas de granos y sólo el 1% declara haber fijado precio con referencia en los mercados de futuros.

Para la BCR "quizás más adelante pueda crecer esta categoría", pero hasta el momento, es baja la adhesión.

Si bien las partes pueden poner un ojo en lo que sucede en esas plazas, el contrato se cierra y se informa a partir de una formación "más bien casera", según indicó un operador, en función de cómo se presenta el mercado y la necesidad del día.

Si a esto se suma que las operaciones en los mercados de futuro no viven su momento más saludable, en parte por la salida de los exportadores por el temor a los alcances de la Ley del Mercado de Capitales, la balanza termina volcándose hacia el comprador que, como sucedió en el pasado, tiene la voz cantante a la hora de proponer el precio, que el vendedor tomará, o no, según su necesidad.

Desde el sector productivo, sin embargo, una fuente destacó la herramienta como una buena iniciativa aunque se quejó del nivel de detalle del origen geográfico de la operación, que puede revelar estrategias comerciales de los vendedores.

Una de las conquistas del sector cuando el sistema se perfilaba con mayor posibilidad de controles oficiales, fue lograr que no se hiciera pública la identidad de las partes, además de evitar que todas las operaciones pasaran obligatoriamente por un corredor, entrando así bajo el alcance de la Comisión Nacional de Valores.

Respecto del Siogranos la BCR, destacó su importancia "para analizar las infinitas aristas del mercado de granos". Además, el promedio de los valores pagados se refleja en un precio publicado al día siguiente.