ROSARIO.- Tras un nuevo fracaso en las negociaciones, el conflicto en las plantas cerealeras se tensó aun más, luego de que la Federación Aceitera volviera a bloquear 15 plantas en el norte de Rosario, en fábricas que no estaban adheridas al paro, que ya lleva 22 días.
La cadena productiva del sector agroindustrial está inmovilizada, no sólo porque los camiones no descargan granos en las terminales -para esta época ingresan unos 7000 camiones por día- sino también porque en la Bolsa de Comercio de Rosario ya casi no hay operaciones en el mercado. Según cálculos de esa entidad, la semana pasada se vendió un promedio de 147.000 toneladas de soja por día, cuando para esta época, que es la de mayor demanda, se expenden a razón de 365.000 toneladas diarias. No obstante, hasta el momento el conflicto sindical no generó faltantes significativos de aceite en las góndolas.
A partir de las cero horas de ayer la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina decidió, tras una asamblea que se realizó en Rosario, bloquear 15 plantas cerealeras ubicadas en Timbúes, Puerto General San Martín y San Lorenzo. Los trabajadores de estas fábricas no estaban adheridos al paro porque pertenecen al Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA), que depende de otra federación.
La decisión de retomar los piquetes, como había sucedido la semana pasada, alteró las negociaciones que se iban a retomar ayer al mediodía, luego de que el viernes hubiera un acercamiento entre la Federación Aceitera y las cámaras patronales sobre un incremento del salario básico a 14.300 pesos. Los representantes de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) desistieron de volver a la mesa de negociación mientras continúen los bloqueos a las terminales. Hoy está previsto un nuevo encuentro en el Ministerio de Trabajo de la Nación. La Federación hace responsable del fracaso de las negociaciones al Gobierno, que -según afirman- se niega a homologar el aumento, porque está por encima de la pauta oficial del 27%, como acordaron la semana pasada los gremios oficialistas.
Daniel Yofra, secretario general de la Federación que agrupa a 20.000 trabajadores, aseguró que los piquetes van a continuar hasta que el Gobierno avale el incremento salarial, que prácticamente ya está acordado con las empresas. "Estamos desconcertados, porque el viernes pasado llegamos a un acuerdo con la cámaras del sector, pero el Gobierno se niega a homologar un incremento del 36%", dijo Yofra. Según fuentes de Ciara, el aumento conversado sería de un 27,8%, que llega hasta el 36 -como lo presenta el gremio- cuando se incluyen los adicionales. En esa cámara destacaron que el monto aún "no está cerrado", porque las empresas rechazan un planteo de la Federación Aceitera que pretende que los trabajadores cobren los días de paro.
Situación delicada
La situación por el conflicto es delicada, porque en mayo es cuando se produce la mayor cantidad de exportaciones de aceite y harina de soja de todo el año. Según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario, la Argentina provee en este mes el 75% de la demanda mundial mensual de aceite de soja y el 58% de la de pellets de soja. En poroto de soja, en mayo se exporta cerca del 15% de lo que compra el mundo.
Por el conflicto aceitero hay más de 40 barcos que esperan en rada un turno para poder cargar. Pero lo que complicó aun más la situación del sector agroindustrial fue una nueva varadura de una embarcación en el canal principal del río Paraná. El buque Panamax Dubai Energy varó en el kilómetro 289, altura Paso Los Ratones, cerca de San Pedro. Es el tercer barco que queda varado en dos semanas por la bajante del río. En total son 88 los buques demorados.
Otro de los sectores afectados por la medida de fuerza es el de los transportistas, que no tienen cupo para la descarga de granos desde que se inició el paro. "La situación es muy complicada porque no sabemos cuándo puede haber una solución", señaló el presidente de la Asociación de Transportistas de Carga de Rosario, Alfredo Guagliano, quien agregó que este conflicto "ha generado dificultades y las plantas ya no dan cupo, por lo que la actividad está totalmente parada".