En Ameghino, CLAAS organizó una nueva edición de su ya clásica jornada gratuita Experiencia Forrajera. Un nutrido grupo de productores, técnicos y contratistas se dio cita en el campo ubicado a la vera de la ruta 188 la fría mañana del 7 de mayo.
Allí, especialistas de distintas empresas y del INTA pusieron en común sus conocimientos para cumplir con el claro objetivo que persiguen los organizadores con esta iniciativa: mejorar la productividad y ante todo la competitividad de los hombres que trabajan a diario en los campos argentinos.
Organizada en tres paradas a campo y con charlas en auditorio, el encuentro comenzó con los comentarios de Federico Sciarretta, del área de desarrollo de Forratec, a cargo del manejo de los cultivos que se exhiben en el campo de Ameghino donde se desarrolla Experiencia Forrajera.
El técnico relató que hace cuatro años que se empezaron a mejorar los lotes que cuentan con dos tipos de suelos, unos más altos y otros más bajos. Los primeros son Serie Lincoln, de Clase de Uso 2 y los segundos Cañada Seca, con peligro de anegamiento temporario y alcalinidad.
Al referirse al más nuevo de los diferentes ensayos de alfalfa exhibidos en Ameghino, el técnico recordó que la siembra fue realizada el 4 de diciembre, con 110 kg/ha de urea a la siembra, sobre un verdeo, y con 16 semillas por metro lineal con una sembradora neumática a 52 cms. ¿Cómo obtener producciones de alfalfa que el primer año alcanzan las 18 toneladas de materia seca por héctarea y el segundo de entre 20 y 24 toneladas?, dijo Sciarretta al referirse a los rendimientos alcanzados por las parcelas sembradas en Ameghino.
A continuación, desglosó la serie de recomendaciones: lo primero es llegar con el lote libre de malezas y poco rastrojo para hacer una siembra a poca profundidad. “Si quiero aumentar kilos porque el lote tiene buen potencial, lo ideal es cruzar la siembra. Para lograr arriba de 300 plantas en alfalfa es fundamental hacer una buena fertilización, apuntar a 35 ppm de fósforo. “Y una falla que se ve mucho a campo es que en los aprovechamientos se están dejando pasar los lotes. En estas latitudes tenemos que estar hablando de 6 o 7 aprovechamientos, como corte directo o pastoreo, sobre todo en la época primaveral y entrado el verano. Lo ideal es no dejar el lote más de 20 a 30 días libre“, dijo el técnico de Forratec.
En otra parada, Cecilia Sardiña, del área de Producción Animal de INTA Villegas, también habló de alfalfa y cómo aprovecharla al máximo todo el año. Para esto, una de las claves es medir forraje. Esto le permite saber al productor dónde está parado de acuerdo a los potenciales productivos que tiene la forrajera. “Sabemos que es una especie que puede productir por encima de las 20 toneladas de MS por hectárea, que en la zona se puede lograr unos 15 kg/MS por milímetro de lluvia“, dijo la técnica. Por lo cual, “si sabemos que en nuestro período productivo nos llueven unos 1000 mm de septiembre a abril y estamos produciendo 10 o 7 toneladas de MS, tenemos algún problema“, reflexionó.
Medir sirve para calcular cuánto forraje se le puede ofrecer a los animales y cuántos se pueden meter en una pastura sin afectar la perennidad. ¿Cómo medir? La técnica detalló el paso a paso: con un marco de un metro cuadrado se corta la alfalfa. Se pesa. Se saca una muestra de unos 100 gramos, se pone en el microondas a una potencia media primero durante 3 minutos, luego 2 minutos más, siempre con un vaso de agua para que que no se prenda fuego la muestra, y así varias veces hasta obtener el peso seco. Luego se hace la cuenta: peso seco por 100 dividido peso húmedo va a dar el porcentaje de materia seca. Ese valor sirve para multiplicar por los kilos de materia verde que se pesaron surgidos del marco, y se lleva luego a hectáreas. De esta manera se obtiene el dato de kilogramos de MS/ha disponibles, que dividido lo que puede consumir cada animal –por ejemplo, un animal de 300 kilos de peso vivo, con una asignación del 3% va a estar consumiendo 9 kg/MS por día- permite saber cuánto se estará llevando de MS cada animal durante el período que estará en la pastura. Con el dato de la cantidad de MS disponible y el consumo por animal es posible tener una idea de cuántos animales resiste la pastura.
En Ameghino también pudieron verse cultivos de sorgo. El granífero F3590, el doble propósito F2490, y cuatro materiales sileros, dos BMR como F1400 y F1405, que se suman al F1479 y al F1497, fotosensitivo.
La técnica de INTA Villegas, Marianela Diez, se refirió a las “Alternativas de usos de sorgos para distintas categorías de hacienda“. Diez hizo hincapié en las virtudes del sorgo para un amplio rango de ambientes, por su rusticidad y buena respuesta ante situaciones de sequía y salinidad. “Según datos de 2 años de evaluación en la zona, en suelos con limitaciones edáficas y sin ellas, los resultados dan cuenta de rindes de 8000 kg/MS/ha y de 15000 kg/MS/ha“, apuntó.
La especialista recomendó elegir el material de acuerdo al uso que se le vaya a dar y el modo en que se vaya a realizar su aprovechamiento. También es importante tener en claro a qué categoría se le va a asignar el sorgo. La técnica sugirió que un silaje de sorgo se podría asignar a una categoría de recría, un silaje forrajero a una categoría de cría con algún tipo de suplementación ya que no presenta alto contenido de grano. Cuando se quiere diferir, hay que asignarlo a una categoría de cría o a una que no tenga grandes requerimientos nutricionales.
“Es importante procesar el sorgo, utilizar el cracker al momento del picado. Uno de los beneficios es romper toda esa estructura del grano de sorgo que se denomina pericarpio, que permite disponer del almidón del grano para que se digiera tanto en rumen como en intestino. Cuanto más procesado, más fino, mejores van a ser las ganancias diarias de peso en lo que hace a respuesta animal, las eficiencias de conversión y la reducción del consumo“, dijo Diez.
En otra parada, Federico Sciarretta se refirió a la mejora de campos naturales con fragilidad por acumulación de agua o alta alcalinidad. “Lo fundamental es establecer una rotación de al menos dos años previo a la siembra de una pastura con el objetivo de lograr cobertura, eliminar malezas y banco de semillas de malezas”, dijo el técnico de Forratec. “Para esto se puede recurrir en primer lugar a un verdeo de invierno como cebada y luego un maíz de pastoreo o una soja. El tema es usar todo el paquete de herbicidas. Una vez que llegamos con el lote limpio debo prestar atención a cuánto rastrojo me quedó y regular con la máquina la profundidad de siembra. Como consejo: la idea es trabajar sin usar las tapadoras de la máquina de modo que la semilla quede depositada en el fondo y poder aprisionarla usando una rueda pisadora”, expresó Sciarretta.
Los fierros
Las máquinas forrajeras estuvieron a la orden del día en Ameghino. En la dinámica de picado de sorgo, la protagonista fue una Jaguar 980, la picadora más grande del mercado, con cabezal Orbis 900 que permite cortar en cualquier dirección y distancia de siembra, además cuenta con detector de metales. La máquina dispone de un sistema de mantenimiento automático para, por ejemplo, el engrase, el monitoreo de problemas, afilado de cuchillas. Tiene un motor V12 de 900 HP de fuerza. Además, dispone de un cracker, fundamental a la hora de procesar los granos para una mejor digestibilidad por parte del animal. También cuenta con un sistema para inocular forrajes que trabaja automáticamente de acuerdo a las regulaciones dadas por el operario. La misma máquina, pero con cabezal de recolección Pick Up 300, luego trabajó en la dinámica de pasturas.
Marcos Formica, responsable de asistencia técnica y postventa de la empresa Carlos Mainero y Cía., presentó una segadora con acondicionador, el modelo 6070, con un ancho de corte de 3,5 metros que trabaja desplazada a la derecha del tractor.
José Costamagna, del área comercial de CLAAS Argentina, presentó también una segadora Disco 3500 TRC de tiro central con cuchillas muy delgadas y de gran precisión que permite evitar el repicado. Además, se vio en acción el rastrillo giroscópico Liner 1550 Twin, que evita la fricción contra el piso y por ende la contaminación del material.
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El Contador Alejandro Larroudé, del Estudio Barrero y Larroude, también fue de la partida en Experiencia Forrajera. En Ameghino explicó a los asistentes "cómo optimizar la carga fiscal en la empresa agropecuaria", con especial hincapié en el manejo de los saldos a favor de IVA que surgen de las asimetrías en las alícuotas. Para compensar, el consultor sugirió prestar servicios a terceros, o vender rollos y fardos, o incursionar en el servicio de fletes. También mencionó actividades como la aparcería, la hotelería de hacienda, los contratos de pastaje, entre otras actividades que por contar con un IVA del 21% permite manejar los saldos técnicos. También se refirió a ganancias y el impacto que tiene la oportuna venta, por ejemplo, de las distintas categorías de hacienda. Manejos todos que el productor necesita tener en cuenta y que lo obligan a contar con el asesoramiento y el trabajo cotidiano con su asesor contable.
Por último, el periodista Alfredo Leuco se refirió a la Argentina que viene y sostuvo que desde 1983 nadie tuvo tanto poder en la Argentina como Cristina Fernández de Kirchner. Partiendo del análisis de una encuesta que analiza las razones del voto a favor y en contra en las elecciones de 2013, el periodista opinó que ve difícil que pueda ganar un candidato que represente la continuidad de este gobierno. “Cristina generó liderazgos que son su contracara”, dijo. Y al referirse a los tres principales candidatos presidenciales y sus planes económicos se animó a afirmar que en todos los casos se trata de propuestas basadas en el sentido común, que seguramente le saquen la pata de arriba al campo. “El campo tiene un futuro muy auspicioso”, dijo.