El equipo de mejoramiento genético del INTA Famaillá inscribió cuatro variedades de caña de azúcar en el Registro Público de Cultivares a principios de abril, después de un largo trabajo para obtenerlas. “L 91-281 e INTA NA 89-686, dos cultivares desarrollados en campañas pasadas, se presentan como opciones de recambio de las actuales variedades cultivadas o con capacidad para complementarlas en ambientes específicos donde expresan su mejor potencial. Las otras son INTA NA 91-209 e INTA CP 98-828, que también intentan contribuir a la diversificación de la oferta varietal en Tucumán y el NOA”, explicó Roberto Sopena, Jefe del Grupo Caña de Azúcar.

Para poder evaluar el potencial uso de las nuevas variedades que ofrece el INTA, se pueden considerar las principales características de estos materiales genéticos:

Variedad

Características morfológicas

Adaptabilidad

Tipo de maduración

Niveles sacarinos

Tonelaje

L 91-281

Porte semi-erecto y abundante de follaje verde claro. Tallos delgados de color morado intenso, recubiertos por vaina adherida, morada y altura de despuntado  uniforme.

Se destaca por su comportamiento productivo en suelos sueltos, de textura arenosa y bajo contenido de materia orgánica.

Intermedia

Niveles sacarinos inferiores a TucCP 77-42 en inicio de zafra, pero  superando a esta variedad a partir de la segunda quincena de agosto, con deterioro moderado después de las heladas.

 

En ambientes en los que se destaca, L 91-281 presenta tonelajes superiores a LCP 85-384 y casi similares a TucCP 77-42, dos de las variedades más cultivadas en Tucumán. 

INTA (NA) 89-686 

Porte semi-erecto y follaje verde intenso. Tallos de peso mediano, color verde pálido, serosidad regular, recubiertos por vainas de aurículas bien visibles.

Se adapta a suelos húmedos, inclusive pesados, con retención temporaria de agua en algún momento del ciclo de crecimiento.

Intermedia

Nivel sacarino creciente, desde la segunda quincena de julio, hasta lograr el máximo valor en agosto-septiembre en Tucumán.

Presenta mejor precocidad en Salta y Jujuy.

Posee un tonelaje ligeramente inferior al promedio de LCP 85-384 y TucCP 77-42, con menor número de tallos (10 a 15 %) y mayor peso individual de tallos molibles (alrededor de 5 %).

INTA (NA) 91-209  

Porte semi-erecto y de gran altura. Tallo de diámetro delgado-medio, color verde, con vaina poco adherida y despunte corto y uniforme.

Rápida emergencia y gran vigor inicial de crecimiento, lo que genera buena competencia con las malezas.

Se adapta a buenos suelos y bien drenados. Pero, se recomienda en suelos con poca materia orgánica, ya que presenta tendencia al vuelco por su gran desarrollo.

Intermedia

 

Buena acumulación de azúcar hacia la primera quincena de julio.

Alto tonelaje, especialmente en soca 1 y 2, superando a los otros cultivares. Estabiliza su producción en valores medios hacia socas de más edad, con buena estabilidad y duración prolongada de la cepa.

 

 

INTA (CP) 98-828

Porte erecto, de mediana altura. Tallo delgado de color amarillento, con despunte verde claro y vaina fuertemente adherida al tallo.

Presenta un tiempo intermedio en cuanto a emergencia de los brotes. Necesita suelos con buena temperatura para un mejor establecimiento.

Temprana

Buena acumulación de azúcar desde mayo hasta fines de septiembre.

Arturo Felipe, técnico de mejoramiento genético en caña de la EEA Famaillá, indicó que la oferta de las variedades inscriptas intenta cubrir algunos vacíos en varios aspectos. “L 91-281 ofrece adaptación a suelos sueltos y estabilidad en la producción en ambientes desfavorables, con buena tolerancia a roya marrón, una de las enfermedades de mayor importancia en el área cañera de la provincia en las últimas cinco campañas”.

En el caso de INTA (NA) 89-686, “es una alternativa para ser cultivada en suelos pesados y con posibilidades de anegamiento, además de ofrecer una buena acumulación de azucares hacia la segunda mitad de la zafra y muy buenos niveles de resistencia a Roya Marrón”, señaló.

Con respecto a INTA (NA) 91-209, Felipe dijo que “se presenta como una opción de reemplazo o complemento de otras variedades cultivadas, especialmente en ambientes con restricciones hídricas y de fertilidad de suelos”.

La cuarta variedad inscripta, INTA (CP) 98-828, “tiene muy buena precocidad madurativa, con buenos niveles de resistencia a roya marrón y con posibilidad de recambio o complemento de otras variedades sensibles a esta enfermedad como LCP 85-384”, aseveró el técnico.

En referencia al trabajo en mejoramiento genético de caña que lleva adelante el INTA Famaillá en la Provincia de Tucumán desde sus inicios y que hoy ofrece cuatro nuevas variedades, su Director Mariano Garmendia sostuvo que “las líneas de acción en mejoramiento genético, tanto en nuestra Institución como en otros ámbitos de ciencia y tecnología, son una tarea continua, ya que permanentemente se presentan nuevos problemas y desafíos a superar en cualquier rubro productivo”.

En el mismo sentido, Sopena agregó que “el contexto actual nos obliga a ofrecer nuevos materiales genéticos que superen pisos productivos cuantitativos y cualitativos, brinden mejor adaptación a diversos sitios de producción y permitan sobreponerse a barreras relacionadas con la aparición de plagas y enfermedades de fuerte incidencia”.

Las variedades inscriptas en el Registro Público de Cultivares son comercializadas por la Asociación Cooperadora del INTA Famaillá como semilla saneada libre de enfermedades sistémicas y de pureza genética garantizada. Y serán presentadas ante el sector cañero agroindustrial en una jornada que se realizará en la sede de la Institución a fines de mayo.