Mientras en buena parte del mundo se celebró el Día del Trabajador, en la ciudad estadounidense de Chicago, escenario en 1886 del reclamo obrero que se conmemoró ayer, la noticia fue la caída del precio de la soja.

En efecto, al cierre de los negocios en la principal plaza de referencia global para el valor de los granos, las pizarras mostraron quitas de US$ 3,68 y de 4,14 sobre los contratos mayo y julio de la soja, cuyos ajustes fueron de US$ 355,86 y de 354,48 por tonelada.

Pero la caída más relevante se dio sobre la posición noviembre, que marca el ingreso en el circuito comercial de la soja estadounidense del ciclo 2015/2016, al cerrar con un valor de ajuste de US$ 345,67 y con una pérdida de US$ 4,22. En el balance de la semana, este contrato retrocedió un 1,23% frente al valor vigente el viernes pasado, de 349,99 dólares. Para mayo y julio, el saldo negativo fue de sólo el 0,13 y el 0,62%, respectivamente.

El principal fundamento bajista, particularmente para las posiciones de mediano y de largo plazo, fue el clima favorable que se registra en las principales zonas agrícolas estadounidenses para el avance de la siembra de granos gruesos. En ese sentido, ayer los operadores estimaron entre el 12 y el 15% el progreso de la implantación de soja, muy por encima del 2% relevado el lunes pasado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), que pasado mañana publicará su nuevo reporte.

Para el ciclo 2015/2016, el USDA prevé una superficie de 34,28 millones de hectáreas para la soja, que, de concretarse, será récord e implicará la segunda campaña consecutiva con área en ascenso para la oleaginosa.

El otro factor bajista latente para el combo harina de soja/maíz, demandado para la alimentación animal, fue la gripe aviar, que sigue sin control en los Estados Unidos. Anteayer se detectaron otros cinco nuevos "probables" focos en el estado de Iowa. "Si se confirma la presencia del virus en controles adicionales, el número total de casos en el país podría superar los 20 millones de aves, lo que representaría la mayor cifra de aves sacrificadas por un brote de gripe aviaria en la historia de los Estados Unidos", dijo ayer la agencia Reuters.

Para el maíz, la última rueda de negocios de la semana en la Bolsa de Chicago dejó bajas de US$ 1,08 y de 1,28 sobre los contratos mayo y julio, cuyos ajustes fueron de US$ 141,63 y de 142,91 dólares por tonelada.

La posición septiembre del cereal, que marca el inicio de la cosecha de maíz estadounidense 2015/2016, perdió ayer US$ 1,18 y cerró con un valor de US$ 145,56 por tonelada. En el balance semanal, este contrato cayó un 2,05% frente al precio vigente el viernes anterior, de 148,61 dólares.

Como en el caso de la soja, el rápido avance de la siembra fue el principal factor bajista para el maíz. Los operadores estimaron ayer un avance de las labores sobre el 55/60% del área prevista, contra el 19% relevado el lunes pasado por el USDA.

Por último, la posición julio del trigo en Chicago se mantuvo estable, en US$ 174,17, en tanto que en Kansas subió US$ 0,55 y cerró en US$ 183,90.

Un récord con 60 millones de toneladas

En su informe semanal sobre cultivos, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires elevó anteayer de 58,5 a 60 millones de toneladas su previsión sobre el volumen de la cosecha de soja, que, de materializarse al cierre de la campaña, será un récord histórico de producción en la Argentina.
La entidad relevó el avance de la recolección sobre el 61,8% del área apta, con un progreso semanal de 15,7 puntos y con un adelanto de 5,1 puntos frente a igual momento de 2014. "Con un rinde promedio nacional de 35,8 quintales por hectárea, ya se obtuvo un volumen parcial de 42,44 millones de toneladas", indicó.
En cuanto al maíz para grano comercial, la Bolsa elevó su cálculo de cosecha de 23 a 25 mill./t.