Desde hace unos años se advierte un sostenido crecimiento de la actividad ganadera en el sur de la provincia de Mendoza. Esto responde a la "sojización" en la pampa húmeda, que determinó que la ganadería se extendiera a zonas marginales o de bajas precipitaciones pluviales, según informó el diario de San Rafael.

Años atrás, la provincia de Mendoza asistió a la pérdida de miles de cabezas de ganado como consecuencia de una profunda sequía debida a la ausencia de lluvias, sumada a que los caminos en mal estado dificultaron el traslado de los animales a campos más fértiles. Esto, entre otros factores, llevó luego a construir cientos de kilómetros de caminos ganaderos.

El mencionado período crítico quedó afortunadamente atrás, y hoy la realidad es otra. Porque hay otro régimen de lluvias, porque la hacienda tiene un precio atractivo y, lo más importante, porque se prestó mayor atención a la producción de forrajes en campos naturales. Se propició la multiplicación de pasturas autóctonas y se rolaron los campos de arbustos para permitir una mejor insolación y bajar la carga de fuego de modo de evitar incendios.

Además, hay que tener presente que se llevó a la práctica una ganadería sustentable mediante el mejoramiento de los rodeos y el aprovechamiento de las 14 mil hectáreas que antes estaban dedicadas a la producción agrícola y ahora se destinan a la producción de pasturas, maíz y sorgo.

En el departamento de San Rafael existen cinco establecimientos dedicados al feedlot con muy buenos resultados, mientras que está en pleno desarrollo otra batería de iniciativas alentadas por el precio de la carne y las posibilidades que el país tiene de exportar este producto a China con valores más ventajosos que los precios obtenidos por la famosa cuota Hilton.