El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) decomisó 42 cajones de caracoles no aptos para el consumo y más de una tonelada de merluza que era transportada sin la documentación sanitaria respectiva.
Los respectivos análisis de laboratorio efectuados por el Senasa a las muestras que se realizan sobre la descarga de productos de la pesca operada en el puerto de Mar del Plata, detectaron la presencia de Toxina Paralizante de los Moluscos – comúnmente llamada marea roja - en los caracoles prevenientes de 5 embarcaciones.
Por tal motivo el Centro Regional Buenos Aires Sur del Senasa decomisó los 42 cajones que componían la carga y, simultáneamente, avisó a la Dirección de Pesca y Acuicultura de la provincia de Buenos Aires, la que dispuso de inmediato la veda de captura comercial, artesanal y/o turística para la zona comprendida entre los partidos costeros de General Lavalle (Punta Rasa) y Villarino (Carmen de Patagones).
Asimismo, el organismo sanitario nacional advirtió a Prefectura Naval Argentina y a las embarcaciones en alta mar para que la tripulación de las mismas se abstenga del consumo a bordo de mariscos y caracoles.
Por otra parte, durante un control a transportes de mercaderías en la Ruta Nacional 3, acceso a Coronel Rosales, agentes del Centro Regional Buenos Aires Sur del Senasa, interdictaron 60 cajas de 21 kilogramos de filete de merluza, dado que el transportista no pudo acreditar el origen y destino de la mercadería que circulaba sin documentación sanitaria. Los 1260 kilogramos fueron dispuestos en cámara a la espera del descargo de su propietario.
Durante el mismo operativo, se labraron además actas de infracción a un transporte de pollo fresco por no contar con la correspondiente habilitación del vehiculo y a otro transporte por no exhibir la numeración de su habilitación de Senasa en su exterior.
El Senasa realiza este, y otro, tipo de acciones de control y fiscalización sanitaria en distintos puntos de las cadenas productivas - producción, elaboración y transporte - con el objetivo de verificar el cumplimiento de las normativas vigentes en cuanto a la inocuidad de los alimentos de consumo.