La Bolsa de Rosario informó que en aquella zona, la más fértil del país, este año será necesario cosechar 120 quintales, -casi el doble del promedio- para pensar en ganar algo de dinero en campos arrendados. Los altos costos y las retenciones están minando de mal modo un cultivo clave. Pero también lo hacen las distorsiones generadas por el propio gobierno.
El maíz tributa 20% por retenciones. Pero en los últimos meses, por estas distorsiones, los productores han resignado además otro 10 o 20% del precio que deberían cobrar. Son de 100 a 200 pesos por tonelada que le faltan al productor y terminan en otras manos, las de los compradores de maíz (exportadores, avícolas, feed lot, industrias).
El dolo es expuesto todos los días por el Ministerio de Agricultura, que publica el precio “justo” del grano y también el que realmente se paga. El último día hábil de 2014, el maíz que teóricamente debía valer 1.279 pesos por tonelada se pagaba cerca de 1.000 pesos.
En el trigo la cosa es peor: los corredores de cereales calcularon que en diciembre los productores dejaron de percibir 610 pesos por tonelada en esta suerte de “retención privatizada”. Pero no por eso lo que sucede en el maíz deja de ser alarmante: si se multiplican los 30 millones de toneladas producidos del cereal por 100 o 200 pesos de desvío, se arriba a una transferencia ilegítima de entre 3.000 y 6.000 millones de pesos. Por eso no hay rendimiento que alcance para que el productor gane plata.
Luego de años de ignorar el problema, el ministro Axel Kicillof reconoció el viernes, al reunirse con la Federación Agraria, esta estafa a los productores en el caso del trigo. También prometió que no entregará más permisos de exportación (ROE Verde) a aquellos exportadores que no paguen el precio justo (técnicamente se lo llama FAS teórico). En realidad, esa exigencia está establecida desde 2008 por la Resolución 543 de la ex ONCCA. Pero nadie la respeta.
Nada dijo Kicillof sobre el maíz, donde la distorsión es igual de preocupante. Tampoco admitió que el propio Gobierno es responsable de estas distorsiones, pues desde 2007 habilita las exportaciones de ambos cereales en cuentagotas, provocando una sobreoferta en el mercado doméstico, que derrumba los precios al productor y sirve de excusa para estos desaguisados.
En el caso del maíz, como muestra, hasta el momento se han habilitado ROE por 8 millones de toneladas, cuando todo el sector sabe que el saldo exportable de este año sería de entre 16 y 19 millones de toneladas.