Con una Tucano 470 trabaja en La Pampa y en el oeste de Buenos Aires. También colaboró con los técnicos en el desarrollo de la plataforma girasolera de CLAAS.
La tranquilidad con la que se mueve Luis Arias no refleja todo lo que hace. Posiblemente ese sea su secreto. Es ingeniero agrónomo, no tiene campo propio y desde 1990, cuando comenzó a trabajar en el Estudio Cazenave y Asociados, vive en General Pico, La Pampa. Pero además es el actual presidente de la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR) y desde hace 10 años participa en una sociedad que ofrece servicios de cosecha.
“Empezamos con una cosechadora de otra marca –explica Arias-, pero los buenos comentarios de otros contratistas nos llevaron a CLAAS y en 2004 compramos dos 204 Mega, fuimos los primeros en General Pico en tener equipos de esta marca, con la que seguimos trabajando”.
Sobre esa base arrancaron la secuencia de recambios de cosechadoras, pero sin alejarse de la marca de origen alemán. En 2008 compraron una Lexion 570 C, en 2011 la cambiaron por una Tucano 470 que recientemente renovaron por otra igual pero “O km”. Arias explica los por qué de la fidelidad con la marca: “Por un lado, desde el inicio tuvimos buenos resultados, además el sistema de cilindro acomodador Mega que tiene la CLAAS hace que sean máquinas versátiles para todos los cultivos, con una alta capacidad de trilla y un aprovechamiento integral de todo el ancho del cilindro”.
“Otra característica que nos ha dado muy buenos resultados en todos estos años es el motor Mercedes Benz a inyección, ya que es muy confiable. Además, es de muy bajo consumo de combustible, una característica que hoy, con el actual precio del gasoil, es una gran ventaja frente a otras cosechadoras del mercado”. Al respecto, Arias destaca la preocupación de CLAAS por reducir la emisión de gases y los avances que ha logrado en ese tema durante los últimos años. También remarcó las bondades del sistema Telematic “que realiza el procesamiento de datos y en forma online, desde nuestra casa u oficina, podemos controlar la marcha de todas las variables relacionadas con el funcionamiento de la máquina y la tarea que está realizando, por lo tanto podemos detectar ineficiencias y eso nos ayuda a mejorar nuestro servicio de cosecha y a ajustar nuestros presupuestos de trabajo”.
“Otro aspecto importante por el que trabajamos con CLAAS es su atención posventa –agregó-. En primer lugar, al ser máquinas de excelente calidad y muy confiables no hemos tenidos problemas complicados y cuando necesitamos asistencia técnica siempre encontramos solución en el día”.
Arias explicó que, con la Tucano, en las últimas campañas agrícolas vienen recolectando un promedio de 4.600 hectáreas por año, entre los cultivos de las cosechas fina y gruesa. “La mayoría de las hectáreas están concentradas entre girasol, soja y maíz –explicó- y en campos cercanos a General Pico, es decir que tratamos de movernos no más allá de La Pampa y el oeste de Buenos Aires”.
“Creemos que para los rindes de esa zona, que no son tan altos como en otras regiones agrícolas, la Tucano 470 ofrece una combinación ideal ya que conjuga bajo consumo, alta eficiencia de cosecha y una muy buena relación costo beneficio”.
Alma girasolera
Arias se maneja con soltura en todos los temas, pero cuando le hablan de girasol está como pato en el agua. Tiene cosechadora CLAAS pero no tiene (todavía) la plataforma girasolera que la marca fabrica en Ameghino y exporta al mundo. “Cuando compramos las primeras cosechadoras –dice el presidente de ASAGIR-, CLAAS no había empezado a fabricar las plataformas, pero poco después iniciaron el diseño de estos equipos y colaboré en su desarrollo. Incluso nos visitaron varias veces a la hora de hacer regulaciones. Lo cierto es que lograron un excelente girasolero, muy destacado respecto a los que se encuentran en el mercado”.
Y hablando de girasol vuelve a la cosechadora: “En esto también se destacan las CLAAS –explica-, ya que las máquinas convencionales con sistema tradicional de trilla de cilindro cóncavo hacen un desgrane mucho menos agresivo que las axiales y esto es muy importante en la cosecha de girasol, ya que lo que se busca es romper lo menos posible la torta y separar todos los granos sin dejar cuerpos extraños. A esto se agrega que, antes las máquinas tenían sacapajas convencionales, pero ahora las Lexion y las Tucano vienen equipadas con el sistema de rotor que brinda mucha mayor capacidad de limpieza”.