El titular del BCP resaltó que la economía paraguaya en los últimos años pudo diversificar más sus motores y depender menos de la agricultura para crecer. En ese sentido, explicó que a pesar de los vientos externos que afectaron principalmente a los precios de las materias primas, el impacto final en la economía no fue tan grave, cerrando este año con un crecimiento incluso por encima del 4%.
La participación del sector primario en el producto interno bruto (PIB) en 2014 fue del 20%, mientras que para el 2015, bajaría al 9%, mientras que otros sectores van ganando más espacios. Para el próximo año, la mayor contribución vendrá del sector de servicios con el 47% de participación en el PIB, también se espera una contribución del 22% por parte del sector secundario, 11% de electricidad y agua, y 9% de los impuestos.
Según Fernández, el crecimiento logrado gracias a la diversificación de los motores económicos es lo que permitirá un mayor efecto derrame a la cadena de valor, y celebró el hecho de que se evidencie una menor dependencia hacia la agricultura.
Añadió también, que estudios recientes de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) evidencian que el sector agrícola tiene poco efecto derrame sobre otros actores económicos. No así el caso de las industrias, que están creciendo y a la vez van generando más puestos de trabajo, que evidencian un crecimiento de mayor calidad porque se da el esperado efecto derrame.
“Cuando sale un número del Banco Central es porque son cifras muy bien estudiadas, y no porque seamos demasiados optimistas simplemente. Es lo que vemos que puede ocurrir, y básicamente se dará una repetición de lo que se dio este año, acotó Fernández V., refiriéndose a los comentarios de analistas privados que ven un poco “exageradas” las expectativas del BCP.
Agregó, además, que es un error pensar que la industria no crece sin la agricultura. Sobre el punto mencionó que el procesamiento de la soja subió de un 10%, que fue el promedio histórico, al 40% este año y llegará al 60% el próximo año. “No hace falta crecer en la agricultura, ya que con el mismo nivel de producción, hoy el procesamiento aumentó porque hay un cambio en la estructura económica”, dijo.
En lo que respecta a la política monetaria, el BCP celebra el hecho de que la tasa de inflación nuevamente estuvo controlada y por debajo del rango meta del 5%, lo que llevó a la entidad a pensar en el siguiente nivel y reducir la meta al 4,5% desde el próximo año. Esto de por si, se constituye en uno de los principales desafíos del BCP para 2015. Otros desafíos se plantean desde el área institucional con las reformas de las leyes financieras a fin de ampliar su potestad reguladora y adaptarse a la dinámica del negocio financiero y a sus riesgos.