Informe del Lic. Jorge Ingaramo, asesor económico de la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR)
Ya comenzó la cosecha en el Norte. El USDA espera una producción argentina de 2,5 millones de toneladas.
Con la incorporación de los últimos lotes en el sudeste bonaerense se dio por finalizada la siembra. Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el área alcanzó 1,3 millones de hectáreas, que equivalen a una caída interanual del 12%.
Dos de las siete principales subregiones girasoleras, siguiendo el criterio de la misma fuente, explican el 86% de la caída del área sembrada, que fue de 180.000 hectáreas. Una de ellas es el NEA, principalmente Chaco, que por la competencia del trigo y las dificultades climáticas registra la mayor disminución (de 230.000 a 135.000 hectáreas). La otra es el centro-norte de Santa Fe con una merma de 60.000 hectáreas, alcanzando apenas las 90.000 hectáreas implantadas.
Ninguna de las restantes subregiones aportó subas significativas. Entre ellas, la única que merece mencionarse es el sudeste de Buenos Aires, que tuvo una mejora de 10.000 hectáreas y, aún así, llegó a 390.000 hectáreas.
Comenzaron a trillarse los primeros lotes en Chaco ante la evidencia del riesgo del ataque de palomas (las zonas de General Pinedo y Presidencia Roque Sáenz Peña alcanzan una media de 15 qq/ha). En otras regiones, como Charata y Las Breñas, se utilizan desecantes para adelantar la recolección que, se espera, se generalizará a partir del 15 de diciembre.
En el centro-norte de Santa Fe el cultivo presenta un estado de bueno a muy bueno, dependiendo de la humedad que tuvo disponible durante el ciclo. El grueso transita entre el llenado de granos y el fin de floración. Se esperan buenos rindes zonales, de 18 qq/ha, pese a algunos inconvenientes por vuelco de plantas como consecuencia de las últimas tormentas.
En el norte de La Pampa y oeste de Buenos Aires, también hay condiciones de buenas a muy buenas gracias a las continuas lluvias. Puntualmente, en el centro de La Pampa, se registró caída de granizo el fin de la semana pasada, lo que pudo afectar al cultivo.
En el centro de Buenos Aires, donde se expandió el área con materiales alto oleico, la condición de los suelos es óptima y el estado del cultivo muy bueno.
En el sudoeste de Buenos Aires y sur de La Pampa, los lotes con girasol presentan muy buenas condiciones. El clima continúa acompañando el ciclo del cultivo. También aquí hay mayor empleo de materiales alto oleico y confiteros.
Finalmente, tanto en el sur de la Cuenca del Salado como en el sudeste bonaerense recién termina la siembra tardía, aunque puede quedar aún algún potrero por sembrar o resembrar (en lotes afectados por excesos hídricos). Como el ciclo comenzó con muy buena disponibilidad de agua, se espera lograr altos rendimientos.
El Informe del USDA
El último informe del USDA presenta pocas modificaciones que afecten sustantivamente a los mercados. Entre ellas se pueden mencionar la mejora en 1,2 millones de toneladas de la cosecha mundial de canola y de 870 mil toneladas en la de soja. Ambas no serían seguidas de cambios en el crushing, por lo cual no hay modificaciones sustantivas en la oferta de estos aceites. Por otro lado, se volvió a estimar el alza en la producción de girasol que obtendría la Unión Europea. Pese a ello, no se registra un impacto significativo en la oferta mundial, de 39,9 millones de toneladas de girasol, que al compararlo con noviembre arrojaría unas 70.000 toneladas adicionales de grano a nivel global.
Al comparar con la campaña 2013/14, la producción de las 7 principales oleaginosas crecería 5%, mientras que el crushing lo haría en apenas 3,3%, por lo que los stocks finales subirían en 23,5 millones de toneladas; principalmente atribuibles a la sobreproducción de soja.
Por el contrario, la producción de grano de girasol caería 6,9%, es decir que tendría una merca de 2,96 millones de toneladas. Los tres principales competidores del Hemisferio Norte son responsables de una baja equivalente a 3,26 millones de toneladas, que equivale a una caída del 10,5% de la producción del grupo. Así, pese a la relativa estabilidad en la Unión Europea (caída del 0,3%), los dos principales exportadores registrarían mermas del 14%, en el caso de Ucrania, y del 15% en Rusia.
La relación stocks-consumo para las 7 oleaginosas pasará de 19,4 a 24,2%. Por el contrario, en el caso del grano de girasol se registraría una baja en dicha relación, al pasar de 8,6 a 6,8%.
En cuanto a la producción de los 9 principales aceites, el aumento sería del 4,1%, por lo tanto inferior al 4,6% de crecimiento del consumo, por lo cual el consumo se abastecería con importaciones, que crecerían 4,8%. Las existencias finales subirían levemente (2,4%), mientras que la relación stocks-consumo sufriría una leve merma: de 10,5 al 10,3%.
Por su parte, la oferta de aceite de girasol caería 2% y se importaría un 5,3% menos. Pese a ello, el consumo mundial crecería 2,6%, en base a la fuerte digestión de stocks, equivalente al 19,7% (de 1,93 a 1,55 millones de toneladas). La relación stocks-consumo, para el aceite de girasol declinaría fuertemente, en contraste con el agregado de los 9 principales: bajaría de 13,0 a 10,2%.
La Argentina, para el USDA, aumentaría en 25.000 toneladas sus ventas externas de aceite, hasta alcanzar las 375.000, con lo cual su participación en el comercio mundial crecería del 4,9 al 5,6%. El mayor excedente es atribuible a un aumento en la producción de grano, que el Departamento de Agricultura estima en 400.000 toneladas adicionales. Se obtendrían unas 2,5 millones de toneladas, lo cual está presuponiendo un rinde, si se compara con la implantación estimada por la Bolsa, de unos 19 qq/ha.
Precios y mercados
Según “Intercambio Comercial Argentino”, del INDEC, publicado el 25 de noviembre pasado, en los primeros 10 meses del año las exportaciones del complejo girasolero alcanzaron los 475 millones de dólares, con una caída interanual del 27%. Se exportaron aceite, grano y pellets de girasol por 297, 98 y 80 millones de dólares respectivamente, con caídas interanuales -por rubro- de 29, 11 y 33%. Si esos registros se proyectan a los 12 meses, la recaudación por Derechos de Exportación alcanzaría los 173 millones de dólares, lo que significa 117 dólares de quita en el ingreso bruto del productor por hectárea implantada en 2013.
Aunque en el mundo se registra una clara revaluación de la divisa estadounidense y una impactante caída en los precios del barril del crudo, los aceites no tienen caídas significativas en los últimos tres meses. Es más, considerando el promedio mensual Rotterdam, el aceite de girasol mejoró 8,9% entre setiembre y noviembre, al pasar de U$S/tn 823 a 890 (en diciembre declina levemente). El aceite de palma no registra modificaciones, en igual lapso, mientras que el de canola sube levemente y, obviamente, cae 2,5% el aceite de soja a raíz de la clara sobreoferta mundial.
Si la comparación se realiza entre los promedios de noviembre de 2014 y el mismo mes de 2013, el aceite de girasol, aunque no se recuperó, es el que menor caída registra (10,6%). Sus principales competidores sufren bajas del 18,4; 17,0 y 16,6% (aceites de canola, palma y soja, respectivamente).
Al cierre del 11 de diciembre en Rotterdam, el aceite de girasol cotiza a 885 dólares por tonelada para enero-marzo de 2015 y a 10 dólares menos para los contratos de abril a junio. Considerando el mes de enero, registra primas del 8,6 y del 7,4%, con respecto a los aceites de canola y soja respectivamente.
El MINAGRI publicó valores FOB de 855 y 769 dólares por tonelada para los aceites de girasol y soja respectivamente (mermas interanuales de 9,0 y 15,5%). El mercado disponible paga 2.000 y 2.200 pesos por tonelada en los puertos del Sur y los del Paraná up river, respectivamente, que representan alrededor de 237 y 260 dólares por tonelada.