"Resulta indispensable proveer a los animales de sombra, ventilación, agua y alimento, a fin de evitar problemas sanitarios y una disminución del rendimiento productivo", dijo anteayer el organismo mediante un comunicado.
El estrés calórico en la vaca lechera se produce en condiciones de temperaturas excesivas, humedad relativa ambiente elevada y radiación solar intensa.
"Debe considerarse que la temperatura de bienestar para la vaca lechera -con un valor de humedad relativa ambiente del 60%- oscila de 7 a 28°C. Si los valores de temperatura y de humedad superan su límite de confort, la vaca tiene dificultad para disipar el calor corporal", indicó el Senasa.
El organismo recomendó proveer a los animales de sombras estratégicamente ubicadas, en el corral de espera pre-ordeñe y en los comederos; ventilación adecuada en la sala de ordeñe, sea fija o móvil; agua en cantidad y calidad suficiente, contenida en bebederos con capacidad de satisfacer los requerimientos después de cada ordeñe (80 a 100 litros de agua por día en vacas de alta producción), y dietas que cubran los requerimientos nutricionales, pero que posean una baja actividad fermentativa, a fin de reducir el calor producido en la digestión.