Finalmente, se comenta que, pese a que -en privado- los funcionarios de máximo nivel prometían una rápida solución al problema de la deuda, ahora dejan trascender que éste es más una preocupación de los buitres que del Ejecutivo Nacional. ¿Qué hará la Doctora al respecto?
El comercio exterior en terapia intensiva.
Octubre fue un mes desgraciado para nuestro comercio exterior. Según el INDEC, exportaciones e importaciones cayeron, en el mes, 16 y 14%, respecto de igual período del año anterior. En ambos rubros, el acumulado de los primeros 10 meses del año, bajó 11%.
Obviamente, el superávit se redujo un 39% interanual, en octubre, y en lo que va del año cayó 14,5%. No llegaríamos a los MU$S 7.000 de excedente, en 2014, con lo cual la fuente comercial de divisas languidece, haciendo depender cada día un poco más las Reservas del Banco Central, de los sistemas de negociaciones, como el establecido con los aceiteros, o de acuerdos entre bancos centrales (Swap chino o recupero de dólares egresados, por pagos al Club de París).
Es altamente preocupante la caída en las cantidades, observada en las manufacturas de origen industrial (MOI): 25% en octubre y 15% en lo que va del año. Obviamente, Material de Transporte Terrestre aporta un 26% de baja en el pasado mes y un 20% en lo que va del año. Pero hay rubros como Máquinas y Aparatos Eléctricos, que revelan mermas de 29% (para octubre) o “Vehículos de navegación aérea, marítima y fluvial”, con una caída del 96% (en igual mes).
La única buena noticia es que el rubro Combustibles y Energía cayó apenas un 3% en las cantidades vendidas en octubre, mientras que las importaciones aumentaron sólo un 3%. Medidas en dólares, las compras cayeron 6%, en los 10 meses. En enero-octubre de 2014, el déficit externo en combustibles, alcanzó los MU$S 5.492, apenas un 2% superior al de igual período de 2013.
En lo que va del año, se registra un leve deterioro de los Términos del Intercambio Externo, ya que si bien el promedio (de precios) de los importados no se modificó, se registra una caída en los valores de los exportados (2% promedio) motivada por la baja del 12% en productos primarios.
Finalmente, llama mucho la atención que en octubre, pese a la baja de los precios internacionales del petróleo, nuestros combustibles importados hayan crecido, en precios, el 8%. Seguramente, esto refleja la escasez de divisas, producto del cepo cambiario o las demoras en los pagos, que retardan el ingreso de los buques gasíferos, lo cual encarece la operatoria por el valor de las estadías en puerto.
Vanoli: ¿es monetarista?.
Se conoció el Informe Monetario de la semana concluida el 21 de noviembre, publicado por el BCRA, así como el conjunto de datos de la subasta de LEBACs en pesos y dólares, del pasado martes 25.
Los principales indicadores del Informe son los siguientes:
- Las Reservas en dólares subieron en MU$S 1.435 en 30 días, superando la cifra de MU$S 28.800.
- El Sector Público, en lo que va del mes, fue expansivo en apenas M$ 1.001, lo cual probablemente refleje que el Tesoro se estuvo financiando con la colocación de BONAD, o sea títulos vinculados al precio del Dólar oficial, cuyos servicios de capital e intereses soportará el próximo gobierno.
- En la última semana (del 14 al 21 de noviembre) la Base Monetaria se contrajo en M$ 13.718, una cifra que se vincula estrechamente a las operaciones de pases con el sistema financiero. Por la razón que fuere, ya sea para evitar que los bancos vayan al Dólar o porque se desea reducir la tasa de inflación, la iliquidez se ha hecho más pronunciada y todos los principales indicadores monetarios, revelan menores variaciones que las observadas hasta el mes de setiembre.
- Por ejemplo, en lo que va de 2014, la Base y el circulante monetario crecieron apenas 4,4 y 6,5%. El M1 lo hizo al 7,0% y el M3 ampliado al 15,3%. Los Depósitos Totales crecieron 17,1%, cifra bastante superior a los Préstamos al Sector Privado, que lo hicieron al 13,8%. Incluso los rubros más vinculados al endeudamiento de las familias, revelan crecimientos muy por debajo de la inflación observada que, según nuestra estimación, no debería superar el 26-27 % anual. Así, en lo que va de 2014, los Préstamos Personales crecieron 17,2% y las Deudas con tarjetas de crédito lo hicieron al 18,5%.
Por su parte, el Informe Semanal de subastas de LEBACs, revela que el pasado martes 25, el BCRA aceptó todas las ofertas en pesos, por valor nominal de M$ 12.503. Quiere decir que la renovación de la deuda es plena y que la duración promedio de la cartera se está incrementando (de 122 a 125 días), ya que las tasas pagadas a los bancos, en pesos, continúan tan atractivas como lo eran en la época de Fábrega (van desde el 26,86 al 29,29%, para plazos de 98 a 357 días). Sigue siendo buen negocio para los bancos, pese a la inducción al alza de las tasas pasivas (que pagan a los ahorristas), que se produjera con el ingreso de Vanoli al BCRA, momento en el cual se linkeó dichos rendimientos, precisamente con los que surgen como resultado de las subastas de LEBACs.
Puede concluirse que hay una mejora cualitativa en lo que hace a la eficacia de la política monetaria, ya que -por un lado- están aumentando las Reservas en dólares, mientras se reduce el financiamiento monetario del déficit público (aunque todavía no es negativo, es decir sigue la creación neta de Base). También se limita el crédito al sector privado a niveles inferiores a la inflación observada. Si tenemos en cuenta que aún los más pesimistas consignan una desaceleración en la inflación, puede decirse que al menos uno de los efectos negativos de la recesión (producida por la escasez de dólares, tanto comerciales como financieros), favorece a un horizonte de mayor estabilidad de precios.
Se nota que, para sorpresa de muchos, por convicción o por pánico, Vanoli es más monetarista que el anterior Presidente del Central.
¿Qué hará la Doctora?.
Trascendidos periodísticos y luego declaraciones de las más altas autoridades de Economía, dan por sentado que no es segura la reapertura de las negociaciones con los buitres y los hold-outs, una vez que fenezca la cláusula RUFO.
Muchos comentaristas entienden que el problema pasará al próximo gobierno. Cuesta creer que mantengamos por un año más, una economía parada, con fuerte represión monetaria y cambiaria, como la que vivimos, por lo menos desde el 30 de julio pasado, cuando la Doctora decidió abortar la “solución privada” de la compra de la quiebra.
Se reconoce, a nivel oficial, que los reclamos de hold-outs, radicados en el juzgado de Griesa o que podrían requerir la demanda de cobro pari passu, superan ya los MU$S 10.000, lo que significaría virtualmente la necesidad de una reapertura plena de los canjes de deuda, en condiciones más favorables para los bonistas. Siempre se dijo que había un remanente de unos MU$S 13.000, que podría vincularse al fallo del juez neoyorkino. De hecho, ya estamos cerca de esa cifra y esto ha sido reconocido por el Ministro Kicillof.
Ahora bien, ¿qué pensará la Doctora al respecto?. Es difícil saberlo, porque en dos ocasiones (30 de julio y 30 de setiembre) tomó decisiones radicales, tales como desactivar la “propuesta privada”; echar al Presidente del Banco Central, que la promovió; reprimir todo tipo de demanda de dólares, que no sea la del BCRA; e impedir la salida de capitales por la vía del contado con liqui, siempre en el ánimo de criticar la conducta de bancos, agentes de bolsa, agencias de cambio, aún cuando éstas se mantuvieran dentro de la virtual legalidad, como en el caso de las operaciones del contado con liqui y del Dólar bolsa.
De la decisión de negociar o no, dependen muchas cosas, tales como la posibilidad de volver a los mercados voluntarios de deuda, el nivel de actividad económica, el aumento en la disponibilidad de Reservas, etc.. En la conformación de los objetivos presidenciales, el caballo que tiró el carro, en los últimos seis meses, fue la política, por encima de toda lógica económica. ¿Habrá pensado la Doctora que la economía no es más que el conjunto de melones que se irían acomodando, en la medida que el carro echara a andar?. ¿Pensará que su futuro político se vincula y se vinculará a la dureza negociadora o incluso a la no negociación, con tal de no arriar banderas?.
Los funcionarios, en privado, hace un tiempo, dejaban entrever que, a partir de enero, habría una rápida negociación pero, llamativamente, el Ministro del área acaba de decir que la cuestión de la deuda es más un problema de los buitres que del Gobierno. ¿A quién le creemos?.
Por Lic. Jorge Ingaramo
Fuente: Años de Campo