Con un escepticismo creciente, los productores y contratistas avanzan con la cosecha del trigo.
Pese a que la exportación, en situación de libertad de comercio, debería cobrar por el trigo argentino aproximadamente u$s240 lo que implica un valor FAS de algo así como u$s175/180, la realidad es que el precio doméstico, hoy por hoy, tan sólo se ubica en un nivel cercano a u$s125. Porque, por ahora, los valores se fijan según la demanda de la industria.
La producción, a consecuencia de las restricciones de ventas al exterior, están perdiendo un monto próximo a u$s55. Y quizás algo más.
Los precios pinchados no permiten agilizar la situación financiera a fin de facilitar el normal desarrollo económico para la implantación de la soja y del maíz tardío.
Las caras de los agentes del agro muestran el desagrado con la política económica. En este cuadro, tal desagrado podría tornarse en un generalizado estado de ánimo propenso a violentas reacciones.
La jornada de hoy, sólo se movió con ofertas de compra que no despertaron demasiado interés en los vendedores de la mercadería. No solamente de trigo, también de soja y maíz.
A su vez, los valores internacionales no contaron con el aporte del mercado de Chicago ya que éste estuvo cerrado. Sucede que fue el día de Acción de Gracias en EE.UU.
La falta del referente del Norte, no dejó que las operaciones fluyeran como es usual.
En el ROFEX, el contrato de soja fábrica, Diciembre se fijó en $ 2.446.
Respecto a la soja disponible, no se conocieron ofrecimientos abiertos.
En cuanto al maíz, el valor giró en torno $ 1.000, por entrega disponible.
Por trigo, la molinería ingresó al mercado con valores próximos a $ 900, gluten 24, con descarga inmediata.