“(Néstor) en el 2006 decidió fundar ARSAT, la primera empresa argentina de construcción de satélites geoestacionales, telecomunicacionales de la República Argentina en toda su historia. ¡Que no me vengan con cuentos!” (Cristina Fernández, el jueves en la provincia del Chaco)
“Hace diez años lanzábamos piedras, y ahora estamos lanzando cohetes y satélites al espacio” (Cristina, el 10 de junio de 2011, durante el lanzamiento del SAC-D)
“Me pregunto si yo no hubiera ganado las elecciones en 2007 y 2011, si tendríamos ahora el Arsat 1 en el espacio” (Cristina, el 16 de octubre)
“Esos mil científicos y más que han retornado a la Argentina, ese enorme
capital intelectual, esa inversión que hizo el Estado para que retornen, serán
pasajeros imaginarios del momento en que el satélite esté levantando vuelo (…)
Será un barrilete cósmico real” (Víctor Hugo Morales, el día de la transmisión
junto a Adrián Paenza)
Las deficiencias en la formación histórica de la Presidenta son notables: es la única explicación de su desconocimiento del pasado de la aeronáutica y la investigación espacial en la Argentina, que, lamentamos informar, no nació en El Calafate. La Fábrica de Aviones de Córdoba, primera en América Latina, se abrió en 1927, era llamada entonces Fábrica Militar de Aviones y produjo uno de los primeros aviones militares a reacción, el Pulqui 1. Ya en 1931 diseñó y construyó el primer avión nacional, el Ae C 1. En 1944 ocupaba a diez mil personas y fabricaba aviones, motores, hélices y accesorios, vehículos utilitarios, automóviles, tractores y motocicletas. En 1947 voló el primer avión a reacción diseñado y construido en Sudamérica, el I.Ae 27 Pulqui 1, y tres años más tarde el Pulqui 2. La fábrica fue entregada por Menem en concesión a la empresa norteamericana Lockheed Martin, y hoy se ha transformado en tierra de La Cámpora y se llama FADEA. Estuvo presidida por Raúl Argañaraz que, según los diarios de la época “fue apartado luego de comprobarse una serie de inconsistencias en las cuentas de la empresa”, básicamente deudas a proveedores extranjeros y la ausencia de 300 millones de pesos. A Argañaraz le sucedió Matías Savoca, un militante de La Cámpora egresado de San Andrés. En FADEA, que este año tiene un déficit de $ 544.378.901, no se logró construir ningún avión, aunque sí se realizaron varios anuncios:
–En abril de 2011 se anunció un “millonario contrato de FADEA con Embraer para la fabricación de aeropartes”, que incluía la fabricación del avión KC390 (del que volvió a hablarse ahora)
–En septiembre del mismo año el Gobierno prometió la creación de 40 aviones Pampa III.
–En octubre, también de 2011, anunció un convenio con la empresa china Catic para la fabricación de helicópteros de uso militar y civil
No sólo no se fabricó ningún avión, sino que en octubre de 2012 FADEA enfrentó un paro del personal en rechazo al espionaje político de La Cámpora, cuando los empleados se negaron a responder un cuestionario tendencioso con preguntas sobre el gobierno.
Respecto a los satélites, la historia que cerró el Arsat 1 empezó en 1995, cuando el entonces secretario de Comunicaciones Guillermo Moreno (hoy en el exilio diplomático italiano) contrató un satélite en Canadá para ocupar la órbita 81 que se sumaba a la existente 72. Esa órbita estaba sin ocupar desde 1998, cuando había sido otorgada a la Argentina por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Dos días antes de que se venciera el plazo, la Argentina puso en órbita un satélite que Moreno alquiló en Canadá, un aparato llamado Anik E2 que había sido lanzado en 1991 y estaba fuera de uso por haber sido víctima de una tormenta solar. Moreno llamó al satélite PP1, sigla de Pueblo Peronista 1. Pero ni siquiera aquel era el primero, y hubo vida durante la Edad de Piedra:
En enero de 1990 se lanzó el Lusat 1, desarrollado por AMSAT Argentina, un grupo de radioaficionados y AMSAT NA en Boulder, Colorado. El Lusat, que provee comunicaciones a todos los radioaficionados del mundo, aún funciona.
En 1996 fue puesto en órbita el MU-SAT, mediante el cohete ruso Molniya, desarrollado por la Asociación de Investigaciones Tecnológicas de Córdoba y el Instituto Universitario Aeronáutico, para fotografiar seguimientos meteorológicos y masas hídricas.
En 1996 se puso en órbita el SAC B por medio del cohete Pegasus XL, desarrollado por la CONAE y construido por INVAP. Cayó a tierra en el 2002.
En 1997 fue puesto en órbita el NAHUEL 1A desarrollado por Daimier Mercedes Benz Aeroespace, Aeroespatiale y Alenia Spazio como satélite de comunicaciones.
En 1998 el SAC A desarrollado por CONAE e INVAP para realizar seguimientos a la comunidad de la ballena franca austral, y estudiar las inundaciones y las sequías.En 2000 el SAC C, un proyecto conjunto entre la CONAE y la NASA con la participación de Francia, Brasil, Italia y Dinamarca para monitoreo del ambiente; en agosto de 2013 llegó al fin de su vida útil. En 2001 se puso en órbita el PADE, como parte de la misión STS 108 de la NASA para realizar experimentos de la Asociación Argentina de Tecnología Espacial, volvió a la Tierra quince días después de cumplir su misión. Y en 2011 se elevó el SAC D, construido por CONEA y el Centro Giddard y el Jet Propulsión Laboratory, ambos de la NASA, orientado a obtener información climática.
Por último, a excepción de Rusia y Estados Unidos, no existe ningún país del mundo que pueda iniciar desde cero un satélite; hasta los ingleses y franceses tienen componentes extranjeros. El satélite “nacional” lo es tanto como los televisores o celulares armados en Tierra del Fuego:su carga útil, o sea todos los instrumentos tecnológicos que le permiten realizar su función fueron fabricados por Thales Alenia Space, una empresa europea; el sistema de propulsión y el ordenador de a bordo fueron encargados a Astrium, una filial de la multinacional europea EADS. Una especie de boleadora made un China.