MAR DEL PLATA.- El pulso político en el último día del Coloquio de IDEA tomó un voltaje nunca antes visto. El abogado constitucionalista Daniel Sabsay fue protagonista de una intensa y sostenida diatriba contra el Gobierno y la presidenta Cristina Kirchner, en la que puso en duda que la mandataria sea abogada y trató de "traidor" al canciller Héctor Timerman.
Sabsay, primer orador en el panel llamado "El valor de los derechos", criticó el proyecto de reforma del Código Procesal Penal que Cristina envió al Congreso. "Ya no tengo ninguna duda de que no sabe nada de derecho. Qué muestre el título [de abogada], que no lo esconda más", disparó. El comentario levantó los primeros aplausos en un auditorio colmado de empresarios. Entonces, Sabsay criticó la iniciativa de deportar a los extranjeros que delinquen: "Es la más reaccionaria del derecho penal. ¿Qué mejor para que sigan delinquiendo si no se los va a juzgar?", enfatizó ya con un tono cada vez más vehemente. Y allí insistió: "No creo que [Cristina Kirchner] sea abogada. ¡Qué muestre el título!".
Hasta aquí el episodio era insólito. En los últimos años, el tono de las declaraciones en IDEA había sido muy medido. Los empresarios evitaban criticar en forma directa al oficialismo, pero, este año, se evidenció una suerte de catarsis.
Sabsay cargó también contra la procuradora general de la Nación. "¿Ustedes saben que quieren empoderar un sistema inquisitorio? Quieren empoderar a [Alejandra] Gils Carbó", a quien catalogó de "encubridora general de la Nación".
"El Ministerio Público es para defender al Estado, no para defender a Lázaro Báez. Se llegó al punto de querer bajarle el sueldo a un señor viudo con hijos [en clara referencia al jury que atravesó el fiscal José María Campagnoli]", arremetió Sabsay y los intentos de aplausos se multiplicaban. "¡Esto no es una democracia, es un sistema autoritario!", agregó.
El especialista en derecho constitucional propuso "hacer un acuerdo de políticas públicas, cumplir con la ley, terminar con la impunidad, restablecer la libertad de expresión y poner coto al capitalismo de amigos". Y siguió: "Basta de un matrimonio presidencial. Ahora nos quieren poner al hijo presidencial y no lo podemos permitir".
Sobre el final del discurso, la tensión llegó a un punto máximo en el auditorio cuando Sabsay se refirió al canciller Héctor Timerman y lo llamó "traidor" por firmar un memorando de entendimiento con Irán para investigar el atentado terrorista contra la AMIA. Antes de despedirse, todo el auditorio se puso de pie para aplaudirlo sostenidamente, como al final de una obra teatral.