Cuando se apagó la última parrilla del IPCVA ya había comenzado el desbande en esta suerte de Babel de la alimentación en la que se convirtió el Parc des Expositions de París en los últimos cinco días. La cara de los extenuados empresarios argentinos era de satisfacción y optimismo en medio del hormiguero de compradores de todas las razas, colores, lenguas y credos.

“Fue una Sial buena”, comentó uno de ellos, camino de la salida. “Se hicieron negocios, pudimos estar con nuestros clientes cara a cara y ya tuvimos algunas consultas por la Cuota 481”.

El valor ofrecido para la tonelada de Cuota Hilton rondó los 16.300 dólares y la tonelada de kosher los 6.300. También hubo mucho interés por las menudencias, con valores que oscilaron, por ejemplo, para el hígado entre los 1.800 y 2.000 dólares (Rusia) y 1.200 (para el resto del mundo).

Asimismo, se comenzaron a registrar consultas de importadores europeos por la Cuota 481 para carne terminada a feedlot –cuota con “arancel 0” a la cual accedió nuestro país recientemente gracias a las gestiones realizadas por el Estado y el IPCVA- pero recién se prevén negocios para el año próximo, dados los tiempos de producción necesarios.

En cuanto al mercado chino, para carne congelada, se vendió la rueda a 5.100 dólares fob la tonelada, el chuck and blade (aguja, paleta, cogote y chingolo) a 4.700 dólares fob la tonelada y el shin/shank  (garrón y brazuelo) a 4.900 dólates  fob la tonelada.

El mercado de la Federación Rusa, en tanto, fue el único punto flojo de la feria, no solamente para los argentinos, dado el cierre impuesto por algunos países dadas las cuestiones geopolíticas –lo que provocó que Europa se encontrara más abastecida que en otras ocasiones-, la cercanía del congelamiento de los puertos y la devaluación de la moneda en ese país registrada en los últimos días.

Potencias del hemisferio sur

El stand del Argentine Beef, uno de los más importantes del gigantesco pabellón de carnes no solamente fue un punto de encuentro para los argentinos (funcionarios del Gobierno Nacional, diplomáticos, empresarios) sino también para los principales actores mundiales del negocio de la carne. Fue así como se llevó a cabo un trascendental encuentro entre autoridades de los institutos de Australia, Nueva Zelanda y la Argentina en el que se discutieron aspectos referidos al negocio global y también otros de relevancia sanitaria, como los controles sanitarios de la U.E. para la detección de Escherichia coli .

Rumbo a Bruselas

En ese sentido, durante la feria el IPCVA terminó de conformar la agenda y la estrategia para el encuentro que propiciará en Bruselas el próximo 29 de octubre, conjuntamente con la UECVB, la entidad que nuclea a importadores y frigoríficos europeos.

Dicha reunión tendrá como objetivo un debate científico para elaborar un documento que será elevado a las autoridades sanitarias de la la U.E., habida cuenta de que hasta el momento no existe en los puertos europeos un control único y estandarizado para la detección de Escherichia coli y que no todas las STEC (bacterias) son nocivas para la salud humana.

El encuentro girará en torno a temas específicos como la patogenicidad de los eventuales STEC detectados y el riesgo del producto. Esos dos aspectos son fundamentales para el  análisis de riesgo  (evaluación, mitigación y comunicación).

Se espera que el documento elaborado en la reunión, al que concurrirán especialistas de la Argentina y la U.E., concluya que no todos los STEC son patógenos y que frente a un STEC patógeno en un alimento debe considerarse el nivel de riesgo del mismo para tomar decisiones en materia de medidas de mitigación (normas y controles) y de comunicación del riesgo.

 

Sobre la 50 edición de la Sial

La edición 50 de la Sial de París, la feria de alimentación más grande del mundo, se desarrolló entre el 19 y el 23 de octubre en el Parc des Expositions de la capital de Francia.

El IPCVA diseño el imponente Pabellón Argentine Beef, de 700 metros cuadrados, en el que 22 empresas exportadoras ofrecieron sus productos en boxes de atención individuales e invitaron a sus clientes a degustar bife ancho y bife angosto en el exclusivo restaurante construido a tales fines.

La cocina vidriada del stand, con cuatro parrillas funcionando entre las 11 y las 17 horas, fue uno de los centros de atracción, con un verdadero enjambre de visitantes que se agolpaban en los mostradores para probar la carne argentina. Además, los empresarios contaron con equipos de mate especialmente provistos por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM).

Los números de esta “vidriera mundial de la alimentación” fueron contundentes: 200.000 visitantes de los cinco continentes (todos decisores de compra) y 6.300 expositores (15% franceses y 85% del resto del mundo, con representación de 105 países).

La delegación del IPCVA fue encabezada por Gonzalo Álvarez Maldonado y Mario Ravettino (Presidente y Vicepresidente). Las empresas que acompañaron al Instituto fueron las siguientes: Compañía Bernal SA, Offal Exp SA, Argall SRL, Friar SA, Estancias de Patagonia SA, Frigorífico Ecocarnes SA, Urien Loza SA, Bustos y Beltran SA y Forres - Beltran SA, Marfrig Argentina SA, Mattievich SA, Amancay SAICAFI, Arrebeef SA, JBS Argentina SA, Frimsa SA, Industrias Frigoríficas Recreo SAIC, Food´s Land SA, Frigorífico Gorina SAIC, Industrias Frigoríficas Sur SA, SA Importadora y Exportadora de la Patagonia, Frigorifico Rioplatense, Catter Meat SA y Quickfood S.A.