Por supuesto que mientras más lo han dicho los gobiernos en el pasado y cuanto más enérgicos han sido, más han devaluado después y por supuesto este gobierno no va a ser la excepción.
El problema es que al decir que no se va a mover el tipo de cambio, cuando vaya a subir, como suben todos los precios de la economía, esto va a ser un impacto negativo más a las expectativas de la gente.
De todas maneras quisiera hacer hincapié en la diferencia que hay entre inflación y devaluación.
Sube la inflación y después el dólar
El dólar es un precio más de la economía. Por lo tanto cuando hay inflación el dólar debe subir como sube la nafta o la leche o el café. Muchos confunden entonces la suba del dólar con una devaluación y esto no es necesariamente así.
Supongamos por ejemplo que voy a cargar nafta y el litro de nafta especial está a $ 15 y el dólar está a $ 15. Esto quiere decir que con 1 dólar compro 1 litro de nafta. Si dentro de 6 meses el litro de nafta especial está a $ 18 y el dólar subió a $ 18, no hubo devaluación, ya que con 1 dólar sigo comprando 1 litro de nafta.
Devaluación es cuando con 1 dólar compro más de 1 litro de nafta. Es por esto que cuando vemos la evolución del dólar paralelo, no hay una devaluación, simple y llanamente hay un acompañamiento a la inflación. Si la inflación sube, el dólar paralelo va a subir pero acompañando a los precios.
Lo que pasa es que el dólar oficial no viene acompañando ni a la inflación. Es decir que la suba que tuvo desde el 1 de enero del 2014 hasta ahora alcanza al 25% mientras que la inflación ya está en 30%. Es decir que desde el 1 de enero el peso se revaluó.
Por lo tanto es lógico que el tipo de cambio vaya a tener que subir de ahora en más, porque tiene al menos que acompañar a la inflación. Pero aparte el tipo de cambio oficial va a tener que devaluar por los cambios en el escenario regional e internacional.
El viento en contra
Hay dos problemas que enfrentará la economía argentina en el año que viene y ninguna es una buena noticia. La primera es Brasil y la segunda la Soja
Brasil
Las elecciones en Brasil pueden o generar un cambio de expectativas gane Dilma o Aecio pero es claro que no va a poder tener un buen año en el 2015. Los dos principales productos de exportación, el hierro y la soja han sufrido bajas importantes de precios, obligando al país a tener que devaluar el Real el año que viene.
El escenario de Brasil es de recesión con una devaluación del Real. Este tipo de combinación definitivamente va a traer problemas a la economía argentina.
Soja
Aunque ya lo mencionamos en el caso de Brasil, la fuerte baja de la soja de los u$s 520 promedio la tonelada de este año a los u$s 360/380 del año que viene, va a hacer que el ingreso de exportaciones definitivamente caiga.
Estos cambios estructurales hacen que el ingreso de dólares esperado sea menor a este año y por lo tanto va a tener que subir su valor dado que hay restricción.
La deuda
Normalmente un país compensa los impactos externos con endeudamiento, sea de corto o de largo plazo o con el uso de algún fondo anticíclico que haya construido durante la fase positiva.
La Argentina nunca constituyó un fondo anticíclico y desde el default y el desacato es imposible el acceso al mercado de capitales.
Por lo tanto la única esperanza de conseguir dólares que ya no ingresan por el comercio exterior será la de que el gobierno acuerde con los Fondos Buitre, pague y luego consiga financiamiento. Pero esto está lejos de tener un panorama claro.
2015: menos dólares
Por lo tanto el 2015 es un año con menos dólares que el 2014. Ya la inflación se comió la devaluación de enero de este año y lo seguirá haciendo en los próximos meses.
Por lo tanto es obvio que el dólar va a subir. Lo que estamos todos discutiendo en cuando y como.
Mientras más se diga que no se va a devaluar, algo que es imposible, más incertidumbre se genera. Porque es algo que va a pasar.
Me parece que el gobierno debería estar diciendo cuáles serán las reglas de la suba del dólar oficial para de esa manera tratar de administrar los impactos positivos y negativos de esa medida.
Negarla permanentemente lo único que genera es la certeza de que cuando suba, lo hará de golpe y sin ningún plan que lo administre.