El gobierno bonaerense subejecutó en 2013 el 41 por ciento del presupuesto del programa destinado a controlar inundaciones. Para abril de este año, último mes con información oficial, apenas había utilizado el 2,9% de los fondos asignados por la Legislatura provincial para prevenir las crecidas que hoy anegan a 54 distritos rurales.
La información proviene de las planillas de ejecución presupuestaria que publica la Contaduría General de la provincia, donde figura que en 2013 se gastaron $ 137.139.714,30 en el programa de Control de Inundaciones, pese a que los legisladores bonaerenses habían asignado $ 229.194.480 a esa partida. En otras palabras, el gobierno de Daniel Scioli dio otro destino a 92 millones de pesos que la Legislatura destinó a evitar inundaciones.
Para 2014, el programa fue aprobado con un incremento significativo: 380.054.063 pesos. Sin embargo, en los primeros cuatro meses del año -última rendición oficial disponible-, el Poder Ejecutivo bonaerense había ejecutado sólo 11.386.905 pesos.
El incremento de los recursos del programa para 2014 fue producto de la negociación del sciolismo con los legisladores de la UCR y el FAP, que pusieron como condición para apoyar el presupuesto la creación de una partida de 400 millones de pesos para prevenir inundaciones. Lo lograron en el papel, pero en los hechos sólo se ejecutó hasta abril el 2,9% de ese fondo.
LA NACION consultó al Ministerio de Infraestructura bonaerense para saber si existía una actualización de las planillas de este año que publica la Contaduría. También, para conocer las razones de la subejecución de 2013.
Desde la cartera que conduce Alejandro Arlía no respondieron estos dos puntos. En cambio, señalaron que "hay fondos de todo tipo que se aplican a la misma situación", para dar a entender que se está invirtiendo más que lo que figura en los documentos oficiales.
En ese sentido, indicaron que se invirtieron $ 81 millones en obras financiadas por el programa Profide, además de $ 200 millones para prevenir inundaciones en La Plata, $ 70 millones para la cuenca del río Luján, $ 148 millones en la represa La Isidora, en Azul, y $ 60 millones en las defensas de Pergamino.
Cuando se pidió alguna constancia oficial de esas inversiones en las planillas de la Contaduría, señalaron que los fondos no están registrados porque son "recursos extrapresupuestarios, que se asignan de acuerdo con la necesidad".
Por recursos "extrapresupuestarios" se entiende generalmente a fondos no provinciales, sino financiados por Aportes del Tesoro Nacional o por organismos internacionales. Si ése fuera el caso, habrá que esperar al cierre del año para certificar que hayan sido usados.
"No importa si la plata viene de la Nación o de la provincia, lo importante es que llega", dijeron desde el sciolismo, sin negar que el fondo específico para prevenir inundaciones es el que no se ejecuta.
"El presupuesto es una mentira y el gobernador, un vago que ni siquiera usa la plata que le pidió a la Legislatura. Scioli recibe de Nación $ 2000 millones del fondo sojero", despotricó Jorge Solmi, ex diputado y productor rural, hoy enrolado en el massismo, que coincidió con el ex diputado de Pro Jorge Srodek en denunciar la parálisis de las obras en la cuenca del Salado. "Estamos pagando las consecuencias de que las entidades rurales fueron siempre críticas del gobierno nacional, pero «Scioli-friendly»", completó Srodek.
A la falta de ejecución de este fondo por parte de la provincia se suma la arbitrariedad con que la Casa Rosada distribuye el Fondo de Infraestructura Hídrica. Según reveló LA NACION, a partir de un estudio del diputado Carlos Brown, este año no se invirtieron 1440 millones de pesos recaudados por ese fondo.
El año pasado, y según el portal Valor Soja (a partir de información de la Unidad de Coordinación de Fideicomisos de Infraestructura, Ucofin), de los $ 200 millones que el Gobierno asignó a la provincia, el 94% fue a parar a cuatro municipios del conurbano: Tres de Febrero, Lanús, Quilmes y Merlo.