Las lluvias del fin de semana, aunque no fueron abundantes, mejoran la situación general de los cultivos sobre todo de los lotes implantados con girasol que, de acuerdo con los datos obtenidos por de fuentes privadas, estiman en una superficie de casi 80.000 hectáreas en toda la provincia del Chaco.
Técnicos privados y de la cartera de Producción de Chaco insistieron con los datos que ya se manejaban: de las 300.000 hectáreas estimadas como intención de siembra, solo se alcanzarían unas 180.000. Y en la actualidad, se habrían sembrado 80.000 y las nuevas lluvias de este fin de semana podrían “apurar” las tareas de laboreo a partir de hoy, si las condiciones climáticas así lo permiten.
La estimación hecha en cuanto a que no superarían las 180.000 hectáreas de girasol no es antojadiza, dado que resume varios factores que van a condicionar la siembra del cultivo oleaginoso.
Reportes de ingenieros agrónomos y de productores lectores confirmaban que la duda “es muy grande” con respecto a la siembra, aunque se concentrarían las tareas de laboreo de la tierra en algunos departamentos como el Independencia y parte del Comandante Fernández donde hay menor ataques de palomas.
Desde la óptica de algunos observadores, los factores que analizan los productores, entre otros, es la ecuación de rentabilidad del cultivo de girasol, cuyo margen de indiferencia está muy alto debido al alto costo de los insumos, principalmente semilla (agravado por el motivo que hay un material que es demandado por la gran mayoría).
Otro factor es el tema de aves (palomas) que en ciertas zonas lo hace imposible al cultivo. “Pero además, también en algunos casos el esquema de rotación adoptado impide una mayor siembra de girasol en esta campaña”, según la opinión del técnico Aníbal Vilchez de la cartera productiva provincial.
Sin embargo, en la Bolsa de Comercio del Chaco tienen un panorama más pesimista: dicen que en este contexto, la campaña 2014-2015 marcha a convertirse en la segunda peor temporada chaqueña de girasol de la última década, sólo por encima de la 2009/2010 cuando se sembraron 58.770 hectáreas y se cosecharon nada más que 38.120 hectáreas, con un rinde promedio de 660 kilogramos.
En la campaña pasada, en el Chaco se implantaron 153.210 hectáreas con rindes promedios que alcanzaron los 1161 kilogramos por hectárea y una producción total de 150.106 toneladas.
Los registros de lluvias que la Policía del Chaco dio a conocer en la víspera hablan de más de 75 milímetros en Villa Ángela, 57 en Enrique Urien, 48 en San Bernardo, 37 milímetros en Gancedo, 30 en Charata y, desde la franja de la ruta nacional 89 hacia el norte, los chaparrones se dieron con menor intensidad en Campo Largo, Avia Terai y parte de Presidencia Roque Sáenz Peña, donde ayer en Bajo Hondo grande el productor Valerio Simzik comentó que se registraron fuertes vientos y la lluvia no superó los 20 milímetros.
El Ministerio de la Producción de la provincia manejaba una intención de siembra de unas 134.000 hectáreas y afirma que se sembraron 124.000, pero los técnicos del sector privado señalan que con los últimos datos que provienen de los departamentos Independencia, 9 de Julio y Almirante Brown, la superficie cultivada con trigo alcanzó las 128.500 hectáreas.
Además del incremento de los costos de la semilla, los chacareros le temieron a que El Niño llegue con fuertes lluvias en los meses de octubre a noviembre, lo cual sería negativo para la época de la cosecha fina.
El ranking del trigo en el Chaco, según el informe entregado a NORTE Rural por el ingeniero Aníbal Vilchez de la cartera productiva, lo encabeza el departamento O’Higgins con 23.000 hectáreas implantadas; el Almirante Brown con 20.000; el General Belgrano con 13.000 y el 9 de Julio con 12.000 hectáreas. “La intención de siembra ha ido cambiando en base a la suba de costos del girasol”, opinó Andrés Costamagna.