“Si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, sólo será cuestión de tiempo recoger sus frutos” reza una célebre frase del historiador británico, Thomas Carlyle. Y si esa semilla es de caña de azúcar y se la somete a un tratamiento de termoterapia se anulará el raquitismo, una enfermedad que produce pérdidas de hasta el 60 %, entre otras ventajas. Este logro del INTA será presentado en INTA Caña 2014 del 1 al 5 de septiembre en Famaillá, Tucumán.
Una reciente investigación del INTA asegura que tratar a las semillas caña con agua caliente o mediate la hidrotermoterapia (HTT) se anula la aparición del raquitismo, una infección con pérdidas de entre el 5 y el 60% de la producción. Además, en aquellas provenientes de estacas multimodales, se estimula la brotación –el número de tallos aumenta en un 21% y su peso en un 15%–, por lo que tienen un incremento del 32% en la producción de azúcar.
En este sentido, Enrique Fernández de Ullivarri –técnico del INTA Famaillá, Tucumán–ponderó el tratamiento por considerarlo “el control más eficiente” para el raquitismo de las socas (RSD, por sus siglas en inglés) producida por la bacteria Leifsonia xyli subsp. Xyli.
Se trata de una infección causada por una bacteria que coloniza los haces vasculares de las cañas y dificulta la libre circulación de los fluidos vegetales. “Una vez que ingresa en la planta, se reproduce y difunde rápidamente”, detalló Fernández y agregó: “Además de producir grandes pérdidas, afecta la vida útil del cañaveral”.
Asimismo, el especialista advirtió sobre la dificultad de detección que presenta al tratarse de “una enfermedad que pasa inadvertida por no presentar síntomas externos característicos que permitan diagnosticar su presencia”. Sólo en Tucumán se relevaron un elevado nivel de incidencia de RSD con un 54,8%.
La termoterapia, paso a paso
“Esta tecnología consiste en sumergir la semilla caña en agua caliente durante 2 horas de duración a una temperatura de entre 50 y 52ºC”, explicó el especialista de Famaillá.
Para esto, se utiliza una planta eléctrica que calienta 3 mil litros de agua, con una capacidad de 800 kilos de caña por tratamiento, y mediante una bomba se recicla el agua para una uniformidad de la temperatura y el tratamiento.
Luego del tiempo establecido, se sacan los canastos contenedores y se enfrían con agua corriente para, más tarde, ser implantadas a campo.
Caña, símbolo de identidad cultural y desarrollo local
Con 365 mil hectáreas cultivadas y una molienda de 20 millones de toneladas de caña, la industria azucarera es la segunda actividad de mayor importancia económica y social del noroeste argentino. El sector genera 45 mil puestos de trabajo directos e ingresos por $8.000 millones anuales y, de acuerdo con las estimaciones del INTA, crecerá un 10% para 2016 y un 33% para 2020.
La caña de azúcar en el NOA es un cultivo de fuerte identidad cultural y una producción clave de la economía regional de Tucumán, Salta y Jujuy –con una participación del 98% sobre el total de la producción nacional– y, en menor medida, en Santa Fe y Misiones.
Fuertemente asociada al progreso y a la prosperidad de la región, esta industria creció gracias a la implementación de nuevas tecnologías y manejos del cultivo, combinadas con aspectos agroecológicos, empresariales y de políticas públicas.
Con el lema: “El INTA y la innovación pública al alcance del sector sucroalcoholero”, el Seminario Internacional de Caña de Azúcar 2014 busca convertirse en un espacio de actualización, exposición e intercambio de experiencias entre los participantes para pensar la mejora de la producción en un marco de sostenibilidad económica, social y ambiental.
Del 1 al 5 de septiembre, productores, técnicos, asesores, contratistas e industriales podrán participar del encuentro en la sede del INTA Famaillá ubicada en Ruta Provincial 31, Km. 32, Famaillá, Tucumán. El evento contará con disertantes de Bolivia, Paraguay, Uruguay, Perú, Brasil, Costa Rica y los Estados Unidos.