El problema de las malezas tolerantes a Glifosato, está tomando una dificultad importante en cuanto a la estrategia a seguir. En un principio, con la introducción de los cultivos RR, se obtenía excelente control con el uso casi exclusivo de este herbicida. El uso de herbicidas residuales estaba fuera de toda consideración y el conocimiento de la biología de las malezas se perdió gracias a la simpleza del control.
Pero en un momento comenzaron los problemas, especialmente con Rama Negra al principio y luego con otras malezas que se están mostrando cada vez más difíciles de controlar. Comenzaron a utilizarse herbicidas residuales, pero sin demasiada estrategia de rotación de principios activos ni modos de acción. Y la realidad es que cada vez el número de especies y la cantidad de las mismas que sobreviven a los tratamientos es mayor.
Por lo tanto el Dr Kálnay, trabajando con un estudiante de la UNNOBA en su tesis de graduación, comparó distintas estrategias de control en un lote que venía de más de diez años de monocultivo de soja en siembra directa y que había sido roturado con una rastra de doble acción el año anterior debido a la alta infestación de Rama negra, evaluándose el efecto de este cambio en la temporada siguiente. El trabajo consistió en censar las malezas presentes y comparar tratamientos químicos en siembra directa, en aplicaciones otoñales y primaverales, con y sin herbicidas residuales.
En el lote que se llevó a cabo el control mecánico y luego del cultivo de soja cosechado se hicieron dos censos, en el otoño y en la primavera. Se observó en el censo de otoño que habían quedado menor número de especies, pero con mayor número de individuos y poca presencia de Rama negra, mientras que en el lote colindante, que se había mantenido en SD se observó el efecto contrario, o sea mayor cantidad de especies, pero con menor número de individuos, con neto predominio de Rama negra. En la primavera siguiente se repitió el censo en una porción del lote sin barbechar, donde se pudo observar que la población de Rama Negra que parecía haber sido controlada mediante la acción mecánica, había aumentado el número de individuos casi por 10, pasando de 10 plantas por metro cuadrado a 100 plantas por metro cuadrado. La solución aparente al problema de esta maleza se había diluido rápidamente
Ante esto, se evalúo qué estrategia de control químico tenía mejor resultado de control en siembra directa. Para esto se llevaron a cabo tres tratamientos de barbecho largo, uno de los cuales consistía en trabajar con herbicidas no residuales en otoño (glifosato + 2,4-D) y los otros dos con mezclas herbicidas no residuales y el agregado de uno residual (atrazina o metsulfuron). En la primavera se repitió el tratamiento en barbecho corto con las mismas combinaciones pero reemplazando los herbicidas residuales por flumioxazim y diclosulam, resultando en 9 tratamientos distintos. Con este diseño quedaron parcelas tratadas con herbicidas no residuales tanto en otoño como primavera, parcelas tratadas con herbicidas no residuales en otoño y residuales en primavera, otras con mezclas de residuales en otoño y no residuales en primavera por último mezclas que incluían herbicidas residuales tanto en el otoño como en la primavera. A grandes rasgos los resultados para el control de Rama negra en la primavera fueron los siguientes:
- No residuales en otoño y primavera: Buen control inicial (partiendo de una presión reducida de Rama negra) pero con una disminución notable 30 y 60 días después del control de primavera. Muchos escapes de plantas grandes en el tratamiento de primavera.
-No residuales en otoño y residuales en primavera: Buen control, pero con escapes debido al mayor tamaño de las plantas tratadas en primavera
- Residuales en otoño y no residuales en primavera: Excelente control en los primeros 30 días después de la segunda aplicación, pero a partir de los 60 días de aplicado se observó una importante cantidad de rebrotes o nuevos nacimientos.
- Residual (1 o 2) en otoño y residual (3 o 4) en primavera: Control sostenido. Estrategia de mejor control y mayor perdurabilidad. Ausencia casi total de plantas de rama negra en las parcelas
Conclusiones:
1) No hay soluciones rápidas posibles al problema de control de malezas. La reincorporación del control mecánico ofrece una “solución” de muy corto alcance, sacrificando las ventajas alcanzadas por el uso continuo de siembra directa.
2) No hay que enfocarse solo en el control de una maleza, ya que esto posiblemente nos impida notar que otras malezas empiezan a colonizar los espacios vacíos. Se están viendo problemas emergentes nuevos como Capín Arroz, que cada vez tienen mayor preponderancia y dificultad de control.
3) La inclusión de otros métodos de control, aparte del químico, es importante, pero eso no significa necesariamente reintroducir control mecánico. El uso de cultivos de cobertura, dentro de un marco de rotación de cultivos, ayuda a reducir la oportunidad de establecimiento de malezas como Rama negra y también de otras malezas problema emergentes, como Capín arroz (Echinochloa crus-galli) y permite mejorar la performance de los herbicidas elegidos.
Para frenar la incidencia de malezas como Capín Arroz y otras gramíneas anuales que están mostrando problemas para ser controladas solo con glifosato, Arysta LifeScience recomienda la utilización de su herbicida Lord®, formulado en base a Cletodim, principio activo de su propiedad, que asegura la mejor manera de evitar aumentos en el número de individuos de estas malezas problematicas, que cada vez tienen mayor incidencia en el cultivo de soja. Este control será mas efectivo si se combina con la aplicación de un graminicida pre-emergente para disminuir la población de esta maleza y evitar ejercer una presión de selección muy alta por el uso exclusivo de un tratamiento post-emergente. Asimismo, el monitoreo permanente es la mejor herramienta para verificar el buen control y detectar escapes de manera temprana.