Cuando faltan dos días para la inauguración oficial de la 128a Exposición Rural de Palermo, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Miguel Etchevehere, expresó en una entrevista con la nacion que tras once años de kirchnerismo el balance es "negativo", con "16 millones de pobres" y con un gobierno que "dilapidó dinero". Fue un anticipo de lo que se prevé un duro discurso pasado mañana en el acto de inauguración oficial de la muestra.
-¿Sobre qué temas se va a centrar el discurso?
-Va a ser un discurso que va a reflejar la realidad de lo que está pasando en el campo. Después de once años, todas las políticas que aplicaron con respecto al campo fracasaron. El balance es negativo. Hay frigoríficos cerrados, gente de la industria frigorífica en la calle, las dos peores siembras de trigo en los últimos cien años, ordeñamos casi la misma cantidad de leche que en 1999, pero con 7000 tambos menos, y hay más de 600 campos abandonados en Santa Cruz por pérdida de rentabilidad de la actividad ovina. Si no se quieren juntar con la Mesa de Enlace, no hay problema, pero que solucionen los problemas que tiene la producción.
-¿Por qué cree que luego del conflicto de 2008 la Presidenta no habilitó un canal para el diálogo y las soluciones?
-Se parece mucho a resentimiento, a revancha. En el campo dimos la vuelta de página enseguida y el Gobierno, evidentemente, no. No tiene lógica que durante cinco años no reciban al sector que les da el 60 por ciento de las divisas y es responsable de un tercio de la mano de obra.
-¿Qué balance hace de la gestión del Gobierno?
-Es mala, hay 16 millones de pobres y el país está al borde de otro default. Volvemos a fojas cero. Con todo el poder y el dinero que han tenido, no se dedicaron a trabajar. El Gobierno corrió la aventura de despilfarrar miles de millones de dólares, sin ningún resultado sustentable. Dilapidaron dinero y no dejan nada funcionando.
-¿Cómo tomó las denuncias del Renatea (ente de control del trabajo rural) sobre presunta precarización en un campo supuestamente suyo?
-Las denuncias son falsas. Los funcionarios que fueron al campo son tan torpes que se confundieron y pensaron que el campo era mío. Es de mi madre y no tengo nada que ver con la administración. Las personas que viven ahí desde hace más de 30 años son monteros, que viven con permiso del establecimiento, pero no dependen laboralmente de él. Tienen permiso para sacar leña, cazar animales y vender los cueros. Es algo muy usual en campos de Entre Ríos, en el Norte. Si esta operación de medios que dependen de la pauta oficial está destinada a que tenga miedo, que me calle, están muy equivocados.
-¿Cómo está la interna en la Rural tras la renuncia del delegado Michel Thibaud?
-El Comité de Unidad y Acción va a presentar lista en las próximas elecciones de septiembre, encabezada por mí y por Daniel Pelegrina, para el período 2014/2016. Somos una entidad democrática donde se debate y hay cambios de ideas. Siempre lamentamos que alguien renuncie, tiene todo el derecho a manifestar su descontento. Pero por otro lado es un delegado, y en la entidad hay 300.