Las empresas alimenticias Molinos Río de la Plata y Unilever admitieron caídas en el consumo durante el último bimestre, y mostraron su "preocupación" por la relación "costos-precios".
En la Exposición Rural de Palermo 2014, Miguel Kozuszok, presidente de Unilever Latinoamérica, explicó que "hay una desaceleración paulatina del consumo. El primer trimestre del año fue parecido al último trimestre de 2013, que se vio más afectado en los últimos dos meses, donde las caídas son más rotundas en términos de volumen".
"Tenemos demasiados costos en toda la cadena de valor sobre los que hay que trabajar", explicó el CEO de Molinos, Amancio Oneto, durante una disertación en el Tercer Congreso de Agronegocios que se desarrolla en Palermo.
Ante ruralistas, economistas y empresarios, Oneto habló del consumo interno, y aseguró que "se constata una caída del 5 al 7 por ciento en los últimos dos meses respecto del mismo período del año anterior", y agregó que "el primer trimestre cerró en línea con igual período del 2013, con categorías creciendo y otras cayendo".
El CEO de Molinos, empresa que en 2013 facturó $3.684 millones, reconoció que
eso tiene que ver con "una cuestión de poder adquisitivo y de expectativas para
el consumo", y explicó que, por ejemplo, "las pastas están levemente por arriba
y los congelados, que es un producto ABC1, están bien por debajo (del 2013). En
los últimos dos meses fue bastante extensiva la merma en la mayoría de las
categorías".
El máximo responsable de Unilever en la región, Kozuszok, aseguró que durante en el segundo trimestre se registró en el mercado doméstico "una desaceleración paulatina del consumo".
Respecto a la situación que ofrecen los valores de las materias primas agrícolas, el número uno de Unilever sostuvo: "en el largo plazo, los commodities van a seguir subiendo. En el corto plazo, va a continuar la volatilidad, ya que el mundo geopolítico está conectado y allí también sumamos al cambio climático".
"Vemos una línea creciente con serruchos significativos", dijo Kozuszok, y admitió que cualquier suba en los commodities tendrá "un impacto negativo" sobre la actividad de su compañía", ya que "nos fuerza a buscar sistemas de ahorro para que no impacte en el producto final. Cambios abruptos en el precio de los commodities afecta la rentabilidad y el precio de venta".