Julio se inicia con los peores pronósticos de precios, fundados en las estimaciones del USDA que, aunque puedan parecer exageradas, actúan sin dudas en la formación de precios. Porque, básicamente, operan sobre las expectativas.

La primera semana del mes terminó mal. ¿Por qué no decirlo? Terriblemente mal. El mercado local cerró la semana, tanto en el disponible como en la posición lejana, por debajo 300 dólares.

El baldazo de agua gélida fue realizado por el USDA, con un optimismo, para nuestro gusto, excesivo.

Las existencias habrían quedado un 7% por arriba de lo previsto por el mercado.

Es cierto, aun así siguen siendo elevadas, pero la realidad es que el mercado, sobre todo de Chicago, no ha podido asimilar tal mejora. Con la presión de los fondos, los valores han caminado en baja. Y hoy, 7 de julio, no ha sido una excepción.

Como si echara combustible sobre el fuego encendido con el informe de este organismo, el USDA ha traído una noticia más alarmante para los precios: calcula una superficie adicional de un millón de hectáreas de soja por encima de lo esperado.

Según este organismo, la siembra de soja en EE.UU. llegaría a 34,3 millones de hectáreas, es decir cerca de tres millones de hectáreas más de lo implantado el año pasado.

Para colmo de males –obviamente para Sudamérica- las expectativas de rindes unitarios siguen siendo muy alentadoras. El tiempo se comporta a favor de altos rindes.

El 72% de la oleaginosa en EE.UU. se hallaría en condiciones buenas y excelentes. Se trata del más elevado ratio en 20 años.

No importa, hoy por hoy lo que realmente vaya a suceder en el agro norteamericano; lo que importa, en rigor, son las expectativas de producción que como vemos son muy optimistas.

Como peces en el agua, los fondos actúan con la mira en su alimento: la especulación. Los fondos especulativos de Chicago sacan dinero de la plaza, liquidando posiciones.

Veamos lo que dice la Commodity Futures Trading Commission (CFTC), la agencia federal independiente americana encargada de la regulación de las bolsas de comercio y del mercado de futuros en EE.UU. Según el más reciente informe de esta agencia, los fondos han recortado su posición neta comprada hasta llegar a su menor nivel en prácticamente un año.

Así el cuadro, por ahora, no podemos esperar más que un ambiente de precios deprimidos.

Sin embargo, no está todo dicho: con estos valores la demanda tenderá a crecer, más a mediano plazo. Y por otra parte, la producción puede ser menor a la estimada.
En tal caso, los fondos incentivarían un cambio de rumbo hacia arriba.

Pero por ahora, así están las cosas. Chicago en baja y las fábricas en la zona de Rosario ofrecen abiertamente $ 2.300 por la soja disponible. Este precio está muy distante del deseado por la venta.

En el ROFEX, el contrato de soja fábrica Julio cotiza a $ 2.384 y el contrato de soja fábrica Septiembre, a casi 329,30 dólares.

Quien no siente una presión en el pecho es porque está más allá del bien y del mal. Los humanos sufrimos el cuadro. Los costos de producción y de comercialización evolucionan en suba y los márgenes para el productor, en baja. El precio del combustible, de los fletes e insumos se encaminan hacia arriba.

Es hora, no sólo de la agricultura de precisión sino también de la agricultura de austeridad. Eso sí: sin descuidar los aspectos de la comercialización.