En el marco del XXIV Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, II Reunión Nacional “Materia Orgánica y Sustancias Húmicas”, Producción sustentable en ambientes frágiles, que se realizó en Bahía Blanca del 5 al 9 de mayo de 2014, los técnicos M. Bermúdez, M. Díaz-Zorita, G. Espósito; G. Ferraris; G. Gerster; M. Saks; F. Salvagiotti y L. Ventimiglia, presentaron un trabajo sobre Fertilización con fosforo en secuencias continuas de soja, cuyo financiamiento estuvo a cargo de Fertilizar Asociación Civil.
En la introducción del trabajo, los autores afirman que el cultivo de soja (Glycine max (L.) Merrill) cubre en la región pampeana el 53 % del área cultivable y es de los cultivos de mayor importancia tanto en el sector productivo, exportador como industrial alcanzando una superficie implantada superior a los 20 millones de hectáreas (SIIA, 2013).
Cubiertas las necesidades de Nitrógeno (N), mayormente por el proceso de fijación biológica del N desde el aire, el Fósforo (P) es el principal nutriente que limita la productividad del cultivo de soja. Se ha determinado que la respuesta aumenta cuando los niveles extractables de P de la capa superficial de los suelos disminuye, estableciéndose como umbral de respuesta valores inferiores a 16 ppm (Ferraris et al., 2008).
El área fertilizada mayormente con fuente fosfatada, alcanza el 68 % de la superficie sembrada con dosis medias de fertilizantes inferiores a la extracción de nutrientes del cultivo (García y González Sanjuan , 2012). Sainz Rosas et al. (2012), mostraron que en la mayor parte de los suelos de la región pampeana, aproximadamente en 15.227.000 ha, los niveles de P extractable (Bray Kurtz 1) son inferiores o iguales a 15 mg kg-1, por lo que la disponibilidad de este elemento limitaría la normal producción de los cultivos en esta área.
En base a lo expuesto, la aplicación de P en cantidades mayores permitirían cubrir los requerimientos de extracción sería adecuada para mantener e incrementar tanto la productividad como los niveles de P extractable en el suelo. Numerosos estudios analizan el comportamiento de soja, en relación con los niveles de P y la fertilización con este elemento, mayormente desarrollados en secuencias con otros cultivos en rotación. Sin embargo, son escasos los estudios que consideran este análisis en sistemas continuos de soja, situación muy frecuente en los planteos productivos en la región pampeana.
En general, se observa que la fertilización con P en bandas próximas a la línea de siembra aporta una mayor eficiencia de aprovechamiento del nutriente, pero en dosis limitadas para el cultivo por el riesgo salino de fitotoxicidad en contacto directo entre fertilizantes y semillas (Ventimiglia y Carta, 2005; Salvagiotti et al, 2013). Las aplicaciones en superficie son una alternativa de manejo de la fertilización con P, tanto por no presentar riesgos sobre la implantación permitiendo aportar mayores dosis del nutriente como por razones logísticas mejorando la operación de siembra (Echeverría y García, 2005).
La aplicación en la banda de siembra de dosis de P mayores a las frecuentemente utilizadas, resultarían en un aumento en la respuesta en producción de soja. Sin embargo, este aumento de dosis podría reducir la implantación de los cultivos por riesgo de fitotoxicidad y limitar la respuesta en producción. Es así que la corrección con fertilizante aplicado en superficie mostraría mayor consistencia en la respuesta del cultivo dependiendo de su momento de utilización. El objetivo de este trabajo fue cuantificar la producción de grano de soja según la dosis y el momento de la fertilización fosfatada en sitios representativos de la región pampeana.
Para ver el trabajo completo, haga CLICK AQUÍ: