Si el actual rinde promedio de 44 qq/ha se mantiene hasta el final de la trilla, la producción de sorgo en nuestra provincia registraría una leve caída en la actual campaña 2013/14.
El Sistema de Información de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Siber), en su reporte de esta semana, estimó una producción de 422.000 toneladas. De concretarse, significaría una baja de aproximadamente el 5%, dado que en el ciclo anterior la producción trepó a 444.325 toneladas. Bastante lejos, por cierto, de las 792.838 toneladas de la campaña 2011/12, la mejor del siglo.
El Siber recordó que el área total implantada con sorgo en esta campaña 2013/14 “fue de 120.000 hectáreas, de las cuales el 17% corresponde a sorgo forrajero (20.400 ha), estimándose que aproximadamente el 3% es empleado para la elaboración de silo grano húmedo para consumo animal (3.600 ha)”.
En consecuencia, el área destinada a cosecha se aproxima a las 96.000 hectáreas.
De esas 96.000 hectáreas, los técnicos de la Bolsa entrerriana estimaron en su reporte un avance en las labores de trilla del 75%; es decir, ya se han cosechado aproximadamente 72.000 hectáreas con un rendimiento promedio que se sitúa alrededor de los 4.400 kg/ha, de allí que la producción rondaría las 422.000 toneladas.
La ligera mejora del rendimiento promedio de esta campaña (4.400 kilos versus 4.304 del ciclo anterior) es la razón central por lo que la baja de la producción no sería más pronunciada, a pesar de que se sembraron 4.000 hectáreas menos.
A propósito del área implantada, la caída fue inferior a lo que se estimaba al principio de la campaña –mediados de octubre– cuando, sobre la base de las ventas de los semilleros, se proyectaba una merma del 30%. Posteriormente el área fue tímidamente recuperando terreno, en gran parte impulsada por la necesidad de alimento para el ganado, incrementándose los pedidos por el tipo de sorgo forrajero.
La caída del hectareaje, finalmente, apenas fue del 3,2%.
Más allá de los números de esta campaña, sería importante de cara al futuro que el cultivo retome la curva ascendente que mostró entre las campañas 2008//09 y 2011/12, cuando pasó de 103.575 a 192.097 hectáreas y de 301.449 a 792.838 toneladas.
El sorgo, desde el punto de vista agronómico, vale recordarlo, es un cultivo clave para una correcta rotación agrícola ya que deja mucho rastrojo en superficie lo que permite incorporar materia orgánica al suelo. La demanda de ganaderos, tamberos y de las producciones porcina y avícola, además, debiera ser un aliciente para los productores. El cultivo, asimismo, tiene la particularidad de soportar más la sequía que sus competidores y de retomar su crecimiento cuando cesan las condiciones de estrés hídrico, y necesita menos cantidad de agua que el maíz para formar un kilogramo de materia seca.
El desafío es mejorar el manejo para achicar la brecha entre el rendimiento real y el potencial.