Las preñeces que se están detectando por medio de tactos rectales en la Cuenca del Salado, Buenos Aires, son inferiores a las del ciclo anterior y a las del promedio de los últimos años. Una situación similar se diagnosticó en varias regiones de Uruguay, según informó Valor Carne.
Si bien el panorama varía según los campos y las categorías monitoreadas dentro de los mismos, la problemática ocurre especialmente en empresas que cuentan con asesoramiento técnico y cuyos porcentajes de preñez superan habitualmente el 90%. Otro dato elocuente del perfil de las mismas es que la mayoría son libres de brucelosis y tuberculosis.
Esos establecimientos realizan el servicio temprano debido a que las vacas paren sobre recursos mejorados de invierno como promociones de raigrás y pasturas. En ese sentido, los primeros tactos corresponden a servicios iniciados a mediados de septiembre o principios de octubre y terminados a fines de diciembre, con una duración de 75 a 90 días para vacas adultas.
En general, se verifica una reducción de entre 5 a 10 unidades porcentuales en los porcentajes de preñez de esa categoría, dependiendo del período de servicio y del estado corporal al momento del mismo. La explicación estaría relacionada con los celos infértiles y la mortalidad embrionaria registrados durante fines de diciembre y enero, debido a las elevadas temperaturas ocurridas a partir del 20 de diciembre y a la pérdida abrupta en la calidad del forraje, que implicaron penurias nutricionales y ambientales para los animales.
La principal caída en la preñez se dio en las vacas que recibieron servicios más tardíos, que debían dar lugar a terneros cola, debido a que fueron las que más sufrieron la ola de calor y la merma en la calidad de los pastos. En cambio, la mayoría de las preñeces logradas son tempranas, por lo que generarán terneros cabeza según lo previsto.
En tanto, los servicios cortos de vaquillonas de 15 meses, de 60 a 75 días, iniciados de mediados a fin de septiembre y terminados a fin de noviembre, también muestran porcentajes de preñez normales ya que fueron realizados en plena primavera.
Cabe señalar que el retroceso detectado entre productores de punta podría ser mayor entre los establecimientos de menor nivel tecnológico de la Cuenca del Salado, que realizaron servicios durante la época crítica. Asimismo, otro aspecto a tener en cuenta es que esta zona es la principal productora de terneros del país.
De confirmarse esta reducción de la preñez, habría que estudiar el impacto sobre la cantidad de terneros que se parirán a nivel país en la primavera de 2014, se recriarán en 2015 y serán vendidos en gran parte en 2016 con, quizás, otras condiciones político-económicas.
Desde el punto de vista de la reposición, el tener más vacas vacías no alcanzaría para que suba el porcentaje de hembras en la faena, uno de los indicadores de liquidación de stock. Sin embargo, ralentizará cualquier proceso de retención de vientres que, si lo hubiere, sólo alcanzaría para reponer lo perdido por la baja gestación.
Bajo estas condiciones, el rodeo podría permanecer en estado vegetativo sin posibilidades de crecer y, en consecuencia, de producir más terneros. Con ello, cualquier anhelo de incrementar la producción de carne para el 2016 debería concretarse a través de un aumento en el peso de faena ya que el número de terneros permanecería estable.
Ing. Juan C. Elizalde
Ing. Agr., M.Sci. Sebastian Riffel