"La producción de alimentos en China es apenas satisfactoria para el consumo. Si bien hay un equilibrio en los alimentos básicos como arroz y trigo, la principal escasez es de soja", dijo Li Ninghui, de la Academia Nacional de Ciencias Agrarias de China, al hablar esta semana en el Simposio Argentina-Asia en 2030, organizado por el Programa de Agronegocios y Alimentos de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba).
La definición del académico chino dio la pauta de las posibilidades que se le presentan a la Argentina hacia ese futuro y no sólo en ese "gigante", que cuenta con la mayor población del mundo, sino también en los otros países de esa región, como India, segundo en cantidad de habitantes en el planeta; Japón, Tailandia, Corea del Sur y Vietnam, como se pudo apreciar en las distintas exposiciones del cónclave.
Según datos preliminares de la Fundación ExportAr, presentados por Martín Poggi, "Asia Pacífico más India, como bloque, es el segundo destino de exportaciones de la Argentina, detrás del Mercosur y por delante de la Unión Europea y el Nafta", y agregó que esa región "es receptora de más del 30% de las exportaciones argentinas de agroalimentos".
Agregó Poggi que el mercado chino significa para la Argentina 5000 millones de dólares, en tanto que en conjunto Japón, Vietnam, India, Corea del Sur y Tailandia compran a la Argentina por mil millones de dólares.
Volviendo a Li Ninghui, éste dijo que la población de China, que en 2012 fue de 1.357.379.000 habitantes, llegará en unos años a los 1500 millones. "Este crecimiento demográfico es importante para nuestro país y para el resto del mundo, ya que cualquier cambio en el consumo o producción provocará grandes fluctuaciones en el mercado mundial", agregó. Y respecto de la soja, dijo que más del 80 por ciento del consumo es importado, "porque ahora se consume más aceite vegetal (de esa oleaginosa) y los principales proveedores son los Estados Unidos, Brasil y la Argentina".
El académico dijo que la Argentina también es el tercer abastecedor de aceite de soja a China (detrás de Malasia e Indonesia) porque el autoabastecimiento es del 60 por ciento.
Otros datos significativos los aportó el presidente de la gigante naviera china Cosco, Zhao Teng, quien dijo que "China ya se convirtió en el segundo socio comercial de la Argentina. En 2010, nuestro país se transformó en la segunda economía más grande del mundo, y la Argentina es el tercer destino de la inversión china".
Sin embargo, advirtió que "para muchas empresas chinas, las limitaciones para importar y exportar aquí (en la Argentina) son la principal dificultad. Se debería mejorar el ambiente de inversiones y reducir las excesivas regulaciones".
En tanto, Fernando Vilella, director del citado programa de la Fauba y del simposio, afirmó que estos países asiáticos representan el 40 % de la población del planeta, y "que hacia 2030 crecerán aún más, por lo tanto, se convertirán en fuertes demandantes de alimentos; es decir que mil millones de personas más necesitarán ser alimentadas con producciones externas y sólo algunos lugares del planeta podrán proveer esos alimentos: América del Norte, América del Sur, Australia, Nueva Zelanda y Ucrania. Y la Argentina está en condiciones de hacerlo, porque tiene tierra, agua dulce y tecnología".
Agregó que además, los animales se crían con maíz y soja, la demanda crece y sólo puede cubrirse con biotecnología, lo que posibilita una menor toxicidad y ahorro ambiental, constituyéndose en la única alternativa para alimentar al mundo. "Y la Argentina, cuidando sus suelos, puede ser no el granero el mundo sino el supermercado", concluyó.
Faltan 16 años
A su vez, el consultor y economista Guillermo Santa Cruz, quien residió en China entre 2004 y 2013, y trabajó como asistente técnico en temas agrícolas, dijo que para 2030 faltan 16 años, el mismo tiempo que le llevó al gigante asiático en "convertirse en la segunda economía del mundo, medido en su Producto Bruto Interno; en la mayor potencia comercial, según su volumen de importaciones y exportaciones; a tener las mayores reservas del mundo y a que su expansión sigue creciendo, porque de acuerdo con la Naciones Unidas, en 2012 pasó a ser el tercer mayor inversor internacional".
Infirió entonces que "en 16 años se puede ir muy lejos, siempre y cuando se sepa hacia dónde se quiera ir". Y agregó que además de la oportunidad para la Argentina de exportar alimentos, también existe la posibilidad de exportar el conocimiento tecnológico que tiene la Argentina para insertarse en un país con cambios estructurales en la producción agrícola.
Por su parte, el ex secretario de Agricultura de la Nación Marcelo Regúnaga señaló que China pasó de una economía dirigida a una de mercado y el resultado de este cambio fue un notable crecimiento económico, "sacar de la pobreza a 500 millones de personas, y posiblemente en 2017 pasar a ser la primera economía del mundo".
Agregó el ahora consultor que "China tiene una importante clase media, que ha experimentado mejoras significativas en alimentación y salud y con un nivel de consumo importante al crecer mucho sus ingresos. Hacia 2025, el 60% de la población china será de clase media", concluyó.
Por su parte, el consultor y ex consejero agrícola ante la Unión Europea (UE), Gustavo Idígoras, destacó la dinámica poblacional, no sólo de China, sino también de los otros países de la región y de África. "Van a tener la mayor tasa de crecimiento demográfico, superiores al 40 o al 50% para 2030. Para Idígoras, los tres sectores más dinámicos de la demanda asiática de los próximos 20 años son las oleaginosas, cuya demanda crecerá más del 50%; el de carnes, especialmente porcina y aviar, en más del 40%, y el de lácteos, también del 40%. "Esta es la oferta excedentaria de la Argentina", concluyó el experto.