Las expectativas previas de los operadores, se posicionaban en ver stocks ajustados de soja, y un pasaje de hectáreas de maíz a soja, de cara al próximo ciclo:
Con respecto al maíz, el organismo informo una intención de siembra de 37,14 MM hectáreas – significa 1,5 MM hectáreas menos que el ciclo previo – y stocks de 177,9 MM toneladas, que se encontraron 3 MM toneladas por debajo de lo que aguardaba el mercado. En soja, por su parte, se confirmaron stocks por 27 MM toneladas, y el área de siembra se proyecto en 33 MM hectáreas – 2 MM hectáreas por encima de lo realizado el año previo -.
Estas cifras no generaron sorpresa. Claro está, que en el corriente ciclo EEUU tenía la obligación de recomponer las menguadas existencias de maíz que le había dejado su campaña 12-13, tras tener que soportar una de las peores sequias de su historia. Ahora bien, habiendo realizado esto, es ahora la soja la que se encuentra con niveles ajustados de existencias, y ese el argumento que justifica el incremento de superficie de uno, y la baja del otro.
El mercado digirió con rapidez el informe, y no vimos grandes variaciones en las cotizaciones en el transcurso de la semana. Por el lado del maíz, conforme fue disminuyendo la tensión el conflicto Rusia-Ucrania, las cotizaciones van perdiendo algo de prima que se había agregado bajo este argumento.
Por el contrario, la soja se mantuvo firme en sus valores y hasta logro escalar algunos escalones. Sucede que la demanda sobre los puertos norteamericanos no afloja. Las ventas por más pequeñas que sean, con el solo hecho de ser positivas, son buenas. Basta con mencionar que para cumplir el objetivo oficial para esta campaña, se deberían cancelar un promedio de 82.000 toneladas en lo que resta del año comercial. Este dato, debería hacer que el USDA en su próximo informe tenga que rever al alza la cifra de exportaciones, porque convengamos que mucho espacio para las cancelaciones no tenemos. Veamos: EEUU tiene embarcado casi 40 MM toneladas, y se estima exportar 41,6 MM toneladas.
Está bien que ahora la posta la toma Sudamérica, pero viendo el comportamiento de la demanda, parece poco probable que EEUU, solo embarque 1.6 MM toneladas en los 5 meses que le restan de su ciclo comercial.
Esto fue lo que permitió que los valores a cosecha – que ahora se transformaran en disponibles – logren escalar localmente desde U$S310 a U$S320. Se podría haber pensado que, con el inicio de la cosecha y con la confirmación de buenos rendimientos de soja - que se están logrando en la mayoría de la zona productora -, las cotizaciones iban a relajarse, al menos por un par de semanas. La realidad es que, esto no está sucediendo. Como describimos anteriormente, el empalme de cosecha entre EEUU y Sudamérica no está resultando sencillo, los stock norteamericanos continúan cada vez mas apretados, y por esto de de que Chicago queda en USA, el mercado no afloja.
La otra razón por la que la “presión de cosecha brilla por su ausencia” es porque, si bien el grueso de los productores estaba listo para comenzar la trilla esta semana, lo precipitaciones que ocurrieron en la mayoría de las zonas, no permitieron tener un gran avance, y a su vez los pronósticos, indican que tendremos tiempo inestable durante todo el fin de semana.
Por delante, tenemos un par de semanas en las cuales el mercado ira monitoreando el avance de la cosecha sudamericana, conjuntamente con el nivel de demanda – sobre todo de soja – que se de sobre los puertos norteamericanos, y su consecuente impacto en las existencias. Luego, vendrá el momento en el que se tome por “dato” el nivel de producción por nuestras latitudes, y los operadores comiencen a posicionar su mirada sobre el avance de las labores de siembra en USA. Pero para esto, faltan unas aproximadamente 5 semanas, y en este mercado, eso es muchísimo tiempo.
Por Juan Pablo Cañón - Analista de Mercados
Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria - Fundación Libertad