"En términos generales el rendimiento de la soja no se vería comprometido y se espera que sea muy bueno, pese a los temores iniciales. Los potenciales son muy altos. Mientras las de primera siembre darían entre 2.500 y 3.000 kilos por hectárea, en el caso de las de segunda, es más difícil hacer cálculos ya que están desparejas, pero aquellas que sortearon la seca de diciembre no tendrían mayores inconvenientes", sostuvo.
Pese a que los rendimientos no se verían, en general, afectados, Gutiérrez afirmó que las intensas precipitaciones provocaron problemas de lagartas en primer término y luego, debido a la temperatura y la humedad existente, roya asiática.
El presidente de la Cooperativa Agraria Nacional (Copagran), Mathías Mailhos, afirmó que "la soja se recuperó de gran forma". Por un lado estamos hablando de un cultivo que es muy resistente y adaptable a situaciones climáticas adversas. Por otro, las temperaturas de calor no extremo que se dieron en los últimos días, jugaron a favor, explicó.
El productor indicó que pese la falta de agua registrada en diciembre y las fuertes lluvias que se dieron a partir de enero, los rindes serían muy buenos.
"Las únicas afectaciones a nivel de soja, se dieron en aquellas sembradas en torno al 15 de diciembre", explicó Miguel Carbajal, directivo de la Asociación Uruguaya de Siembra Directa (Ausid). "El problema fue que las agarró muy chicas y no tenían, grandes defensas. Hablamos de una parte muy menor del total, en torno a 10% de las de segunda y 5% de toda la zafra", aseguró.