Los futuros de la soja en Chicago repuntaron ayer casi 2%, hasta u$s 521 por tonelada, en una jornada positiva que lideró el trigo, con mejoras de 2,7% que lo ubicaron en un nuevo máximo en tres meses ante el renovado conflicto entre Rusia y Ucrania y cuestiones climáticas que afectan el cereal plantado en EE.UU.

La disparada del trigo, que cerró a u$s 254,5 tras tocar un pico de u$s 255,9 en la posición mayo, apuntaló las alzas del resto de las materias primas agropecuarias, por lo que la soja y el maíz también se encuentran cerca de los máximos de los últimos 90 días de operación.
Para la soja y el maíz en Estados Unidos, los indicadores parecen apuntar a que los precios se mantendrán en los actuales valores, comentó el analista José Frogone, de la consultora Cortina Beruato.

En el comportamiento alcista de la oleaginosa, pesan los buenos datos de embarques desde Estados Unidos, que sigue acotando el stock de poroto con el que el país arrancará el ciclo 2014/15, a lo que se suma que la industrialización norteamericana de soja de febrero estuvo por encima de los que esperaba el mercado.

Esto, por supuesto, potencia el accionar de los fondos especulativos, planteó Frogone. Y reseñó que hasta ayer, se estima que los fondos tienen en Chicago una posición neta comprada de futuros de maíz en torno a 230.000 contratos, o 29,2 millones de toneladas del cereal, el volumen más alto del año.

En soja, por su parte, los fondos se mantienen desde hace semanas muy cerca de 200.000 contratos, o 27 millones de toneladas.

En soja, además, el mercado reaccionó ante nuevos recortes de estimaciones sobre la cosecha que tendrá Brasil, así como por las cancelaciones y reventas que hizo China de oleaginosa adquirida tanto en el vecino país como en Argentina. Se estima que a nivel local, las cancelaciones sumaron unas 600.000 toneladas. Las operaciones deshechas, explica Frogone, tienen su explicación en pobres márgenes de molienda en el gigante asiático y stocks muy elevados en sus puertos, con buques a la espera de descarga. Si bien China también canceló operaciones en EE.UU. no fueron de la magnitud de lo ocurrido en América del sur.

Las nuevas subas externas animaron a los compradores locales a ofrecer mejores precios, sobre todo para la soja con entrega a no más de 15 días, pero otra vez los productores volvieron a moverse con cautela. Esta vez, porque las condiciones climáticas (lluvias la semana previa) pueden haber complicado la cosecha y dificultar la entrega en tiempo y forma de la mercadería pactada. No obstante sobrevuela la incógnita sobre qué hará el productor una vez que cancele sus deudas. Mario Llambías, ex presidente de CRA, fue tajante: se venderá lo mínimo e indispensable.

Según la Bolsa de Comercio de Rosario, ayer se comercializaron unas 40.000 toneladas, lejos de los volúmenes de las semanas previas. Por la soja con descarga hasta el lunes se pagó u$s 340 por tonelada. Para entrega más dilatada, los precios caían hasta u$s 310 por tonelada.