El índice general de expectativas económicas que miden la Universidad Católica Argentina (UCA) y TNS-Gallup cayó 12 puntos entre enero y febrero. Una baja de semejante magnitud no se daba desde octubre de 2008, en medio de la crisis con el campo, el momento más complicado de la crisis financiera internacional y el desplome del comercio mundial de mercaderías. En aquel momento la caída del indicador fue de 15 puntos.

Además, en febrero, el 54% de los consultados dijo que la situación actual de la economía es mala o muy mala, mientras que el 62% (otra cifra récord) afirmó que los ingresos familiares le resultan insuficientes para vivir con decoro.

El valor del índice que mide el estudio se situó en 86 puntos, un nivel que es igual al de junio de 2009, cuando el kirchnerismo perdió por primera vez una elección nacional.


Entonces, el humor acerca de la economía estaba fuertemente marcado por la recesión, la sequía que siguió a la crisis con el campo, el desplome del turismo por la gripe A y la caída de las exportaciones.

Por otras razones, en febrero último el humor de la gente llegó a niveles de pesimismo tan elevados como entonces.

Las expectativas cayeron el mes pasado 11,6% respecto de enero y 14,4% respecto de febrero de 2013. De los tres componentes del índice, el que más cayó fue el que evalúa la oportunidad para comprar electrodomésticos y otros bienes durables.

La baja respecto de enero fue de 26,8%, y de 24,9% respecto de febrero de 2013. Según los analistas que realizan la encuesta, esto fue producido por la devaluación y la desaparición de los planes de cuotas para realizar compras de bienes durables.

La valoración de la situación actual cayó 5,6% respecto de enero pasado y 10,6% respecto de un año atrás. La valoración de la situación en los próximos seis meses empeoró 2,4% respecto de enero último y 8,7% respecto de un año atrás.

Cuando en octubre de 2011, en medio de un récord de optimismo de la población, la Presidenta logró la reelección con el 54% de los votos, el 38% de los consultados creía que la situación económica actual era buena o muy buena. En febrero de este año sólo pensaba así el 13%, es decir que los más optimistas se redujeron a apenas un tercio.

En la última elección presidencial, el 42% decía que la situación actual de entonces no era ni buena ni mala. Es decir, que el 80% creía que las cosas estaban entre muy bien y ni bien ni mal.

El mes pasado, en cambio, los que van desde ni bien ni mal hasta muy mal suman el 84% de las opiniones.


Al ser consultados sobre el ingreso familiar, apenas el 36% sostiene que le alcanza para llevar una vida decorosa, mientras que el 62% sostiene que no le alcanza. Se trata del nivel más alto de todas las mediciones.

Aunque la sensación de insuficiencia predomina en todos los sectores socioeconómicos, es mayor entre las mujeres (66%, contra 58% en los hombres), y los mayores de 65 años (67% vs. 53% entre los más jóvenes).

También son más afectados los sectores socioeconómicos más bajos, donde 69% de los entrevistados dicen que no les alcanzan los ingresos familiares, mientras que entre los sectores altos sólo se manifiesta así el 41 por ciento. Y también es mayor entre los residentes en el interior y el conurbano (65% y 62%, contra 49% en la Capital Federal).

La proporción de entrevistados que señala que los ingresos de su familia son insuficientes para vivir con decoro ha estado creciendo en los últimas dos mediciones y se ubica en niveles similares a los de la gran crisis de 2008 y 2009.

PANORAMA LABORAL

El panorama laboral tampoco se ve bien a los ojos de la ciudadanía, lo que se corresponde con la menor demanda laboral y las menores expectativas de tomar personal por parte de las empresas, detectados en otros relevamientos.

El 50% de los encuestados dijo en febrero que hay pocos o muy pocos puestos disponibles, mientras que el 35% calculó que en los próximos seis meses habrá todavía menos.

Volviendo a la elección de octubre de 2011, cuando Cristina Kirchner fue reelegida, sólo el 26% creía que había muy pocos puestos de trabajo disponibles, el 33% creía que las cosas estarían mejor en los próximos seis meses y sólo el 8% creía que la situación empeoraría.

El relevamiento se realizó entre el 20 y el 27 de febrero pasado, con lo cual alcanzó a registrar los efectos del aumento de los precios de los dos primeros meses de 2014 y de la devaluación, aunque no, por ejemplo, de la suba de la tarifa de subterráneos.

Tomó las opiniones de 1006 personas de 18 y más años, en un muestreo de alcance nacional.

MALA PERCEPCIÓN DE LA ECONOMÍA

12

puntos de caída

Las expectativas económicas de la UCA mostraron su mayor baja desde 2008.

62%

ingresos insuficientes

Casi dos tercios de los encuestados dijeron que los ingresos no les alcanzan.

CAYÓ LA INFLACIÓN ESPERADA

Los argentinos esperan, en promedio, que en los próximos 12 meses los precios suban 38,6%, de acuerdo con la Encuesta de Expectativas de Inflación de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). El resultado implica una baja de 2,7 puntos porcentuales frente al récord alcanzado en la encuesta de febrero.