En línea con la semana positiva de los precios en la Bolsa de Chicago, el maíz argentino se negoció en alza ayer en el mercado disponible local, donde los exportadores mejoraron sus propuestas por la mercadería con entrega inmediata y por el cereal de la nueva cosecha.
Producto de la necesidad de mercadería para completar embarques, los exportadores ofrecieron ayer $ 1350 por tonelada de maíz con entrega hasta el 18 del actual sobre las terminales de San Martín y de Arroyo Seco, $ 50 más que anteayer.
El maíz de la nueva cosecha, con entrega entre abril y mayo sobre Timbúes, San Martín y sobre San Lorenzo, se cotizó a US$ 170, con una mejora de 5 dólares. El mismo aumento registró la mercadería con descarga entre junio y julio, que se negoció a US$ 165.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) informó que los consumos pagaron entre 1250 y 1400 pesos por tonelada de maíz, según calidad, condición, procedencia y forma de pago de la mercadería.
En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones abril y julio del maíz subieron US$ 0,80, mientras que sus ajustes fueron de 169,50 y de 164,50 dólares.
Tras las importantes subas del jueves, el maíz en la Bolsa de Chicago cerró ayer con leves bajas. En efecto, las pizarras mostraron quitas de US$ 1,87 y de 0,88 sobre los contratos marzo y julio del cereal, cuyos ajustes resultaron de 189,36 y de 194,09 dólares por tonelada. Pese a estas bajas, en el balance de la semana ambas posiciones sumaron un 5,14 y un 5,46% frente a los valores vigentes el viernes anterior, de 180,11 y de 184,05 dólares.
Los dos principales fundamentos alcistas de la semana para el maíz fueron la firmeza de las exportaciones de los Estados Unidos y la tensión bélica que se registra en la zona del Mar Negro entre Ucrania y Rusia, que mantiene paralizadas las ventas externas de Ucrania, que es el tercer exportador mundial, con un saldo de 18,50 millones de toneladas, según la estimación del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, en sus siglas en inglés).
SOJA Y TRIGO
El valor de la soja continuó ayer su camino ascendente, en sintonía con las subas externas. En efecto, las fábricas ofrecieron US$ 380 por mercadería con entrega hasta el 15 del actual en la zona de Rosario, 10 dólares más que anteayer. En cambio, el precio de la oleaginosa de la nueva cosecha, con entrega entre abril y mayo, se mantuvo estable, en 315 dólares.
En el Matba, las posiciones mayo y julio de la soja subieron US$ 2 y 1,50, mientras que sus ajustes fueron de 319 y de 320,50 dólares por tonelada.
Los contratos marzo y mayo de la soja en la Bolsa de Chicago aumentaron US$ 7,34 y 7,25, en tanto que sus ajustes resultaron de 535,54 y de 535,63 dólares por tonelada. En el balance de la semana, estas posiciones sumaron un 3,06 y un 3,09% frente a los precios vigentes el viernes anterior, de 519,65 y de 519,56 dólares por tonelada. Así, la oleaginosa completó la quinta semana consecutiva con saldo positivo.
Las escasas existencias estadounidenses y la firmeza de las exportaciones fueron los factores que potenciaron los valores de la soja, que se cotiza en el nivel más alto desde mediados de septiembre pasado.
Respecto del trigo, en el mercado doméstico los exportadores pagaron ayer $ 1820 por tonelada en Bahía Blanca y $ 1800 en San Martín y en Arroyo Seco, sin cambios. La BCBA informó que los molinos ofrecieron entre 1730 y 1900 pesos, según calidad, procedencia y forma de pago.
En el Matba, la posición marzo del trigo se mantuvo estable y cerró con un ajuste de 237,50 dólares por tonelada, en tanto que el contrato julio aumentó US$ 1,50 y terminó la jornada con un valor de 252,50 dólares.
La posición mayo del trigo en Chicago y en Kansas aumentó ayer US$ 2,93 y concluyó la rueda con un ajuste de 240,30 y de 265,01 dólares por tonelada, respectivamente. En el balance de la semana, este contrato trepó un 8,59 y un 7,01% frente al valor de cierre del viernes anterior, de 221,29 y de 247,65 dólares.
Como en el caso del maíz, la tensión bélica vigente entre Ucrania y Rusia -dos grandes proveedores de trigo- fue el principal fundamento alcista para los precios del grano fino de Estados Unidos. Ocurre que si estos dos países limitan sus ventas externas, serán los exportadores estadounidenses quienes saquen usufructo de la situación.