Cuando el oficialismo apunta sus críticas y reclamos a las cerealeras y les pide que liquiden divisas para sostener las reservas de dólares del país, estrictamente habla de más de 180 empresas que exportaron granos o subproductos desde la Argentina el año pasado. Pero se refiere a un puñado de ellas, a las grandes traders con plantas, oficinas y contactos en los centros del comercio global.
Solamente cinco empresas concentraron cerca de la mitad de las exportaciones
de granos, suproductos (pellets, harinas) y aceites en 2013, según los datos que
publica mensualmente el Ministerio de Agricultura, que acaba de cerrar su serie
de informes de 2013.
El top five de las ventas del año pasado lista a las globales Cargill, Bunge
y Dreyfus; a la local Aceitera General Deheza (AGD) y a Toepfer. Entre los
cinco, son responsables del 47,8% de las ventas, que superaron en 2013 las 70
millones de toneladas, según datos oficiales.
El listado extendido incorpora a la cooperativa nacional A.C.A, Noble, Nidera,
A.D.M. y Molinos Río de la Plata.
Son las mismas que liquidaron casi u$s 500 millones de dólares por ventas en
la última semana para alcanzar la meta de u$s 2.000 millones mensuales antes de
marzo (ver más información en suplemento F&M (tapa). Y son las empresas que, en
los últimos meses de 2013, también le dieron al sistema una inyección extra de
más de u$s 1.800 millones, por un compromiso tomado con el Gobierno.
Es que, pese a que el listado de operadores es extenso, el grueso de las
ventas se concentran en pocas manos. Las diez primeras operadoras son
responsables de llenar casi tres de cada cuatro barcos que salen cargado de
granos y subproductos destinados, en su mayoría, a Asia y Europa.
Con sede en los Estados Unidos, Cargill lidera el negocio en el país y el
mundo. Participó con el 15,5% de las exportaciones desde la Argentina, a través
de la exportación de 10,9 millones de toneladas de granos, aceites y harinas.
Tiene presencia en el país desde hace dos décadas, y entre sus reveses locales
está la incursión en el negocio frigorífico, que vendió en 2011, en plena crisis
de la cadena de la carne. Cargill era dueño de las dos plantas de la firma
Finexcor, que había adquirido en 2005, cuando el negocio prometía. Ahora,
Cargill se concentra en el procesamiento de granos para exportar desde el país,
y tiene inversiones en otro negocio deprimido: el del biodiesel.
Bunge Argentina es subsidiaria de Bunge Limited, que tiene sede en Nueva York
y cotiza en esa plaza. Fue responsable de casi el 10% de las ventas externas del
sector el año pasado, superando las 7 millones de toneladas vendidas, con una
participación equitativa entre granos y subproductos.
Sigue en el ranking la francesa Louis Dreyfus Commodities, otro gigante
mundial de capitales privados al igual que Cargill. Exportó el 9,2% del total
de toneladas vendidas en 2013 desde la Argentina, mayormente granos, pese a que
tiene una participación relevante en el mercado de subproductos. En total,
fueron 6,4 millones de toneladas de productos las exportadas por la compañía.
La cordobesa A.G.D. (Aceitera General Deheza), comandada por el ex senador
Roberto Urquía, tiene el cuarto puesto de los envíos, con una participación del
7,5%, principalmente focalizada en aceites y subproductos y totalizando 5,2
millones de toneladas exportadas.
La alemana Toepfer, con sede en Hamburgo, obtiene el quinto puesto en ventas, con el 5,5% de la participación por sus exportaciones de granos (3,9 millones de toneladas), ya que no procesa en la Argentina.
En un mercado de escaso margen unitario y donde el volumen es lo que importa, estas firmas protagonizan un negocio crucial para la economía macro nacional.