Mercedes, Uruguay. Enviado especial
Uruguay viene registrando un notable crecimiento de la producción agrícola. Como un “boom”, durante los últimos siete años el país oriental duplicó la producción de cereales y cultivos industriales y cuadruplicó los de soja. Casi una década ganada.
En este despegue de la agricultura, los productores argentinos tuvieron mucho que ver, ya que fueron parte de un progresivo proceso de “agriculturización” en distintas zonas del país.
“La transición más fuerte, de campos ganaderos a agrícolas, se dio en la última década con la inmigración y exploración de los productores de Argentina en los campo de acá”, ratifica a Clarín Rural Rinaldo “Rino” Mazzilli,un productor en la zona Bequelo, en Mercedes, a unos 40 kilómetros de la frontera argentina.
Hablando más técnicamente, agrega: “todo esto tiene un origen común, que fue la adopción de la siembra directa hace unos veinte años”. Rino recuerda el papel que desempeñó en ese proceso en el Uruguay su padre, Juan Gelio.
“Mi padre era de la barra vieja, junto con Víctor Trucco (presidente honorario de Aapresid en Argentina). Trabajó en la introducción y el desarrollo de esta tecnología aquí. Fue uno de los fundadores y luego presidió AUSID (Asociación Uruguaya Pro Siembra Directa). Por esto, siempre hubo mucho intercambio entre ellos”, recuerda Mazzilli.
Esta vocación por la innovación y la búsqueda de nuevos desafíos se transmitió a los hijos. “Tanto mi hermano como yo siempre tenemos la inquietud de hacer algo que vaya un poco más allá”.
En el espíritu proactivo de los Mazzilli hay mucho de las ideas tecnológicas argentinas. En el campo familiar, el productor hace tres años que instaló el primer pivot de riego, integra en la superficie del campo agricultura y ganadería y vende todo el maíz que produce bajo riego al cercano feedlot Il Tramonto, de 14.000 cabezas.
En la empresa también participan el hijo y el hermano menor de Rino. El primero, Juan Martín, contador público, se encarga de la parte administrativa, y el segundo, Gabriel, junto a un técnico, está a cargo del manejo agronómico. Rinaldo, por su parte, se responsabiliza de toda el área comercial de la firma.
La Loma está a unos cuarenta kilómetros del cruce internacional Gualeguaychú-Fray Bentos, sobre la ruta nacional 14, en Uruguay. Es uno de los campos de los Mazzilli, en Mercedes. Tiene 700 hectáreas y está en una zona de buena productividad, con un paisaje muy ondulado y de suelos livianos (franco arenosos). Allí hay dos pivots de riego, uno instalado hace tres años y otro hace dos, que toman el agua del Río Negro.
“Tras estos años de acumular experiencia, esta campaña trabajamos ‘a full’ con el riego”, señala Mazzilli. La experiencia acumulada se refería tanto a cuestiones financieras como agronómicas vinculadas a esa práctica.
Además de este campo propio, la empresa tiene otro en Puntas de Cololó, de 350 hectáreas, también en el departamento de Soriano, pero más al norte de Mercedes. Allí explotan 1.000 hectáreas de forma asociativa en el centro de Cololó, la “zona núcleo uruguaya”, de excelente productividad, según Mazzilli.
El productor cuenta que la empresa no arrienda campos y, en cambio, “se arma una sociedad con el dueño del establecimiento. Lo administramos, fijamos una renta por la tierra y, luego de cubrir los costos, se reparte la ganancia”, aclara Rino.
La Loma es un campo mixto. Allí la rotación agrícola está dividida en tercios productivos: uno es doble cultivo trigo/soja de segunda; otro tercio es maíz de primera bajo riego y el último es de soja de primera, una parte con riego para semilla y otra en secano.
En esta región, las sojas y el trigo son cultivos estables, con rendimientos promedio aceptables, de acuerdo al productor. La soja de primera rinde 25 qq/ha y los trigales entre 45/50 qq/ha. En cambio, los maizales son más erráticos en los rendimientos y oscilan entre 55 y 60 qq/ha.
Por esto es que con el riego busca elevar y estabilizar los rendimientos del cereal “Esta campaña el riego fue clave para el maíz, porque no hubo lluvias cuando el cultivo las necesitó”, señala Mazzilli. Recién llegaron en los primeros días de enero y eso ayudó a la mejora del estado de la soja.
En La Loma todo el maíz es de primera, mientras que en los campos de Cololó, donde los Mazzilli no tienen riego, el cereal es tardío para un mejor aprovechamiento de las lluvias, una estrategia que se está haciendo fuerte también en muchas zonas argentinas.
Por otra parte, la fertilización tiene un papel fundamental para acompañar al riego. Los cereales se fertilizan con nitrógeno, fósforo y potasio. Este último, a diferencia de lo que ocurre en Argentina, es un nutriente que está comenzando a ser deficitario en Uruguay.
Según el productor, después de los análisis de suelo, los niveles normalmente manejados son de 200 kilos de urea para maíz y 150 kilos para trigo, mientras que se aplican unos 200 kilos de fosfato diamónico para trigo/soja de segunda.
Con el riego, los Mazzilli están intensificando la producción y aumentando la productividad. Pero, al mismo tiempo, también diversifican con la ganadería en las partes no agrícolas de La Loma.
El monte con algarrobos y espinillo, como especies preponderantes, ocupa 300 hectáreas. Allí, vienen haciendo ganadería de cría a pasto natural desde hace dos años, con unas 200 cabezas Angus y Hereford.
En este caso, la estrategia de manejo es ir despejando el monte bajo de las especies que dificultan el manejo de la hacienda, para aumentar el número de cabezas. Por estos días, el manejo de los animales requiere de mucho trabajo, ya que es la época de entore y se saca a las hembras del monte para encerrarlas con el toro.
Está claro que la intensificación no es solo una cuestión argentina y los Mazzilli son un ejemplo de eso, aunque construyeron valor en conjunto con históricos referentes del agro de nuestro país.
Los contratistas, superados por la demanda
El salto productivo que dio la producción en Uruguay en los últimos siete años es muy significativo, según destaca un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario. Dice que en ese período se duplicó la producción de cereales y cultivos industriales y se cuadruplicó la de soja. Rinaldo Mazzilli, que produce en Mercedes, Soriano, admite que los contratistas de maquinaria han mejorado muchísimo la calidad de los servicios que ofrecen pero dice que se están viendo superados por la demanda y por los mayores volúmenes que tienen que cosechar en cada caso.
Por eso, el productor está, poco a poco, armando su propio plantel de maquinaria. La empresa de Mazzilli compró una sembradora y se la está financiado a un empleado suyo a cambio de que siembre exclusivamente para ellos en la ventana de tiempo óptima para cada cultivo. La semana pasada, Mazzilli esperaba la entrega de un cosechadora draper de última generación.
El estado
Para Rinaldo Mazzilli, productor uruguayo en el departamento de Soriano, en Uruguay, el riego se transformó en una herramienta clave para el aumento de la productividad. El es uno de los que adhiere a la idea de que el clima comenzará a tener un comportamiento más impredecible con el paso del tiempo, con lo cual el riego será clave para estabilizar los rendimientos. Además, comenta que corre con la gran ventaja de contar en su campo con agua de calidad que toma del Río Negro.
Y con la implementación del riego, Mazzilli se vio favorecido por la Ley de Inversiones uruguaya, que promueve y protege las inversiones realizadas por uruguayos y extranjeros. Esta ley ofrece estímulos fiscales que se basan, mayormente, en la exención de impuestos. El productor reconoce que cuando la inversión es para riego, los beneficios fiscales son importantes porque el gobierno se interesa por el desarrollo de la producción agropecuaria.